Reflexiones Sobre La JusticiaMuestra

Estas palabras declaran que el Mesías venidero ha sido ungido para traer buenas nuevas a los pobres, vendar a los quebrantados de corazón, proclamar libertad a los cautivos y liberar de las tinieblas a los cautivos. ¡Este decreto ahora ha sido puesto en nuestras manos, el pueblo de Dios!

Como voces proféticas, tenemos el honor y el deber de caminar al unísono con Dios para traer su Reino a la tierra hablando la verdad, valorando a los subvalorados y entregando libertad a los oprimidos.

El enemigo se complace si el sonido de esta misión nos llena de temor y duda, pero la realidad es que el Dios todopoderoso le ha ungido para la tarea que nos ocupa. A través de Jesús, se le ha concedido la autoridad espiritual para caminar hacia este llamado del Reino, y su Palabra nos promete que “el que nos llama es fiel, y lo hará” (1 Tesalonicenses 5:24).

Desafío: Acalla cualquier susurro escéptico que pueda alejarte de este mandato. Confía en la Palabra de Dios para que te conceda la autoridad y la fe necesarias para salir victorioso de esta misión. Asóciate con el Espíritu y cultiva una visión incansable para ver a los que están atrapados en la oscuridad.

Oración: Señor, restaura a los de corazón quebrantado con tus manos sanadoras. Úsanos como vasos rotos en tu misión de encontrar a los perdidos y permitir que los heridos experimenten el toque de Dios.