El Poder De Una Identidad Familiar UnidaMuestra

Mantener la identidad de tu familia

No podemos disfrutar plenamente de la libertad que Cristo nos ofrece si vivimos como si Él nunca hubiera venido a liberarnos.

En los últimos cinco días, hemos tratado los aspectos personales y familiares de la identidad. Ahora, la pregunta decisiva es: ¿Cómo nos aseguramos de que esta identidad siga siendo el motor que nos guíe en nuestra vida diaria?

Toda estructura sólida comienza con unos cimientos firmes, y el cimiento más duradero y fiable que podríamos tener es una identidad anclada en Cristo. Cuando los valores fundamentales, las creencias y las acciones de nuestra familia giran en torno a Cristo, nuestra fe se convierte en algo más que una rutina dominical; es un compromiso para vivir las enseñanzas de Cristo todos los días.

Esto significa que debemos dar prioridad a nuestra relación con Dios, practicando activamente el perdón, la gracia y la compasión en nuestras relaciones. Las elecciones y decisiones se basan en las enseñanzas bíblicas, mientras que el buscar orientación a través de la oración y estudiar juntos la Palabra de Dios se convierte en una práctica familiar común. Esta conexión íntima con Dios tiene el poder de cambiarlo todo: influye en nuestra comunicación, desde la resolución de conflictos hasta la forma en que nos apoyamos unos a otros.

En términos prácticos, una identidad familiar centrada en Cristo significa que cada miembro de la familia refleja la obra buena y personal que Dios está haciendo en sus vidas, creando en definitiva un hogar lleno de fe. En este caso, las prácticas espirituales no sólo se integran en nuestro día a día, sino que se convierten en el fundamento mismo sobre el que nuestra familia funciona. La oración, la adoración y el estudio de la Biblia mantienen nuestra relación con Dios, guiando nuestros pasos en la vida, tanto individualmente como en familia. Cuanto más tiempo invirtamos en conocer a Dios a través de Su palabra y de conversaciones diarias intencionales (también conocidas como oración), más reconoceremos las ilimitadas oportunidades que tenemos de servir y bendecir a los demás, ya sea dentro o fuera de nuestros hogares. A medida que tú y los miembros de tu familia busquen descubrir sus identidades en Cristo, los cimientos de tu familia se anclarán cada vez más en Sus enseñanzas, reflejando Su forma de vivir. Este viaje continuo de crecimiento espiritual y discipulado es lo que alimenta una verdadera relación con Dios, influyendo en última instancia en el funcionamiento diario de tu familia.

La identidad de tu familia en Cristo se extenderá mucho más allá de tu hogar: influirá en tus relaciones con el resto de la familia, los amigos y la comunidad que te rodea. Con la ayuda de Dios, tu familia puede ser una influencia positiva, compartiendo el amor y la esperanza que se encuentran en Cristo. A medida que vives tu fe genuinamente, tu familia se convierte en un reflejo de la gracia y la verdad de Dios en el mundo.

Vivir tu identidad en Cristo es un viaje continuo que requiere intencionalidad, vulnerabilidad y el compromiso de crecer juntos en la fe. Mientras tu familia recorre este camino, experimentarás una profunda sensación de pertenencia, propósito y unidad, recorriendo juntos el camino en pos de una vida centrada en Cristo.

1. ¿Hay prácticas espirituales (como la oración, la adoración, el estudio de la Biblia, etc.) que tu familia pueda implementar o reforzar para dar prioridad a la fe y a tu relación con Dios?
2. ¿De qué manera concreta y cotidiana puede tu familia practicar las enseñanzas de Jesús, tales como el perdón, la compasión y la gracia?
3. ¿De qué formas las decisiones y actividades de tu familia podrían reflejar un compromiso más profundo para seguir a Jesús? ¿Se necesitan cambios?
4. ¿Cómo puede tu familia dar prioridad al servicio a los demás, siendo una luz en tu hogar y/o comunidad? ¿Qué actos específicos de servicio podrían realizar juntos?
5. ¿Hay tradiciones o actividades espirituales que tu familia pueda establecer ahora para transmitirlas algún día a las generaciones futuras?