Abrazando El Nido Vacío: Redefinir Su PropósitoMuestra

ACEPTACIÓN

Cuando finalmente acepté que mis hijos estaban entrando en la edad adulta, también tuve que aceptar que había llegado el momento de que ejercieran los dones y la vocación que Dios había destinado para ellos. A lo largo del camino, hubo momentos dolorosos cuando el Espíritu Santo reveló cómo los había dirigido y mimado. Había tomado muchas decisiones por ellos antes de que fueran adultos, a menudo pasando por alto sus pensamientos y sentimientos o, a veces, centrándome demasiado en sus emociones y no en los hechos. Puede que te encuentres en una situación parecida.

La aceptación fue un poco más complicada cuando mi hijo se mudó fuera del estado un par de años después de mi hija. Habíamos llegado a una difícil encrucijada en nuestra relación. Era realmente mi mejor amigo, sin embargo me encontraba dirigiéndole y permitiéndole al mismo tiempo. Sinceramente, no tenía ni idea de que aquella noche, cuando dejó el nido para conducir 18 horas, pasaríamos temporadas sin hablarnos durante semanas. Estaba claro que Dios le estaba haciendo crecer para permitirle embarcarse en su viaje de autodescubrimiento. Mientras corrían las lágrimas esa noche, el Señor puso Eclesiastés 3:1 en mi corazón:

Para todo hay un tiempo, y un tiempo para cada propósito bajo el cielo:

El enemigo intentó cargarme de culpa y vergüenza por luchar para aceptar cómo era como padre. Por mi propia cordura mental, la oración y la guía por el Espíritu Santo fueron las únicas maneras en que superé la parte más dura de esa temporada.

Cuando finalmente me tomé el tiempo para llorar y aceptar esta nueva temporada, me sentí abrumada por el amor y la gracia de Dios. En esos momentos de silencio entre nosotros, tuve que asegurarme de que el Señor nos guiaría a toda la verdad.Había tantas escrituras que me daban paz pero en las que me concentré fueron:

Deuteronomio 31:8: El Señor te guiará. Él mismo está contigo. No te fallará ni te abandonará.

O Romanos 8:14: Porque los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.

Juan 16:13: Sin embargo, cuando venga el Espíritu de la verdad, él os guiará a toda la verdad. No hablará por su cuenta; sólo hablará lo que oiga, y os dirá lo que está por venir.

Cuando mi hijo empezó a caminar en su verdadero propósito, el impacto se sintió universalmente. Recuerdo vívidamente el día en que aceptó el trabajo de sus sueños y dijo: "Esto es lo que debe significar caminar en tu propio propósito". En ese momento, también llegué a aceptar que, después de todo, quizá no había hecho tan mal mi trabajo como padre. Ninguno de nosotros es perfecto, pero hacemos lo mejor que podemos con lo que se nos ha dado.

Puede que tu relación no pase por la dura temporada que pasaron la mía y la de mi hijo. Es hora de aceptar esta nueva temporada y los planes que Dios tiene para ustedes. No tengas miedo al cambio; acéptalo. Puede ser complicado al principio. Puede que necesites sentarte con tu dolor durante un tiempo, que tus sentimientos sean escuchados y validados, y buscar el apoyo de amigos y familiares en situaciones similares. Está claro que aceptar y abrazar esta estación es fundamental.

Oración:

Números 6:24-26 NVI:

El Señor te bendiga

y te guarde

el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti

y tenga piedad de ti

el Señor vuelva su rostro hacia ti

y te dé la paz..