Regocíjate- Celebrando El Tiempo De AdvientoMuestra

Hijo del destino

Leer: Lucas 2:28-35; Isaías 8:14-15; Juan 3:18-21

EOAO: Lucas 2:34-35

“Simeón los bendijo y anunció a María, la madre del niño:
—Este niño será motivo de caída y encumbramiento de muchos en Israel, y signo de contradicción pues pondrá de manifiesto los pensamientos más íntimos de muchos corazones, y a ti te traspasará el alma como una espada".

En el Texto

Simeón era un hombre que había vivido con un propósito: ver al Mesías. Ahora que lo había visto, estaba completamente satisfecho y listo para morir. Había testificado fielmente que Jesús era el Salvador del mundo. María y José debieron regocijarse por las cosas maravillosas que se profetizaron acerca de su hijo.

Sin embargo, el Espíritu Santo pronunció algunas palabras duras a través de Simeón, palabras que María y José probablemente no querían escuchar. Su hijo sería “la causa de la caída y de la restauración de muchos”. Tal como Isaías había profetizado, Jesús sería un santuario, un lugar de refugio invaluable para algunos. Para otros, Él sería una piedra aplastante. Él levantaría a algunos para que se convirtieran en hijos de Dios, dándoles gloria eterna en el cielo. Otros caerían en el castigo y el desastre eterno debido a su incredulidad.

Jesús también sería “una señal que sería rechazada”. A lo largo de Su vida Jesús fue objeto de una violenta oposición, fue cuestionado e incluso ejecutado. A lo largo de toda la historia, el nombre de Jesús ha sido odiado y burlado. Sus seguidores han sido ridiculizados, perseguidos y asesinados.

Jesús causa de división. Jesús es el punto en el que todo corazón es puesto en evidencia y quien revela lo que realmente hay en el corazón del hombre. La respuesta a la pregunta “¿Qué crees acerca de Jesucristo?” es la pregunta más importante que una persona puede responder. Revela quién eres realmente y determina tu destino eterno. Quienes no tienen a Jesús como Salvador y Señor demuestran que no pertenecen a Dios.

El tener “algún” tipo de fe no te salva, lo importante es tener la fe correcta. Creer en Dios, Krishna, Buda, Alá o algún otro poder superior no nos salvará. Pero creer en Jesús y poner toda nuestra confianza en Él como el único que llevó nuestros pecados y como proveedor de justicia nos hará hijas de Dios. Tendremos un lugar seguro en el cielo. Ésta no es una creencia muy popular en nuestro mundo moderno, pero es la forma en que Dios ha elegido salvar al hombre. El pequeño bebé en brazos de Simeón es verdaderamente el destino. Todo –realmente todo- depende de lo que hagamos con Él.

Oración

Señor Jesús, eres precioso para mí. Gracias por revelarte a mí. Por favor ayúdame a compartir sobre ti con valentía con los demás. Amén.