Reclutamiento - No tienes que construir solo, ¡busca ayuda!

La mayoría de las veces, el Señor pone en nuestras manos un proyecto que es mucho más grande que nosotros. Es fácil quedar atrapado en el tamaño del proyecto. El vasto alcance de la misión puede ser a la vez abrumador y paralizante. Otra respuesta a una enorme llamada del Señor es salir solo. Como Elías, podemos caer en la trampa de pensar que somos los únicos a los que Dios ha hablado o que todavía le somos fieles en este ámbito.

1 Reyes 19: 10 -" Elías respondió: «Yo he servido celosamente al SEÑOR Dios Todopoderoso. Pero el pueblo de Israel ha roto su pacto contigo, ha derribado tus altares y ha matado a cada uno de tus profetas. Yo soy el único que queda, y ahora intentan matarme a mí también»" (LBLA).

Pero, como en el caso de Elías, esto no es cierto. Lo que puede ser cierto es que Dios te está buscando para que seas un líder o un coordinador en ese espacio.

1 Reyes 19: 15,17 - "Entonces Yahveh le dijo: ........ ¡Pero yo conservaré a otros 7.000 en Israel que nunca se han inclinado ante Baal ni lo han besado!»" (NLT).

En el pasaje de hoy, vemos que después de que Nehemías inspeccionó el muro y comprendió la tarea, se acercó a los funcionarios y líderes de la ciudad. Es decir, se acercó a las personas que conocían el problema mejor que él - aquellos que estaban experimentando la situación de primera mano y tenían la experiencia que él no tenía.

Nehemías 2:17 - "Pero ahora les dije: «Vosotros sabéis muy bien en qué apuro estamos metidos. Jerusalén está en ruinas, y sus puertas han sido destruidas por el fuego. Reconstruyamos la muralla de Jerusalén y acabemos con esta desgracia»" (NLT).

Estas personas eran expertas en el problema y eran conscientes de que había que hacer algo. De lo único que no estaban seguros (creo) era de si Nehemías era capaz de conducirlos a una solución. Por eso Nehemías les contó su historia.

Nehemías 2:18a - "Entonces les conté cómo la mano misericordiosa de Dios había estado sobre mí, y acerca de mi conversación con el rey" (NVI).

Para reclutar a los líderes de la ciudad, Nehemías tuvo que convencerlos de que él era el líder correcto y que el Señor estaba con él. Una vez convencidos, se comprometieron a trabajar con él para resolver el problema.

Nehemías 2:18b - "Al instante respondieron: «¡Sí, reconstruyamos el muro!». Y comenzaron la buena obra" (NVI).

¿Cómo se aplica esto a nosotros hoy? Para algunos de nosotros, para completar la tarea de la que el Señor nos ha hablado, necesitamos reclutar a personas que ya entiendan el problema y el espacio en el que estamos tratando de trabajar. Esto puede implicar trabajar junto a la gente a través del voluntariado o sirviendo en lo que ya existe para que la gente pueda confiar en nosotros. Puede significar crear redes y desarrollar conexiones en la zona antes de lanzarse. Estas conexiones pueden convertirse en tus ayudantes, compañeros de construcción o presentarte a tus financiadores.

Nehemías podría haberse presentado en Jerusalén, inspeccionar la muralla y empezar a reconstruirla él mismo. Tal vez, mientras reconstruía, se le hubiera unido gente interesada en resolver el problema. Pero es posible que no hubiera terminado el proyecto o que le hubiera llevado mucho más tiempo si no hubiera implicado desde el principio a los dirigentes de Jerusalén.

Preguntas para la reflexión: ¿Estoy dispuesto a aprender de los que están en el área a la que el Señor me llama y a trabajar con ellos? ¿Me he acercado a ellos para pedirles su opinión y consejo? ¿Tengo testimonios del pasado que pueda compartir cuando reclute a personas con las que trabajar? ¿He pedido perdón cuando he pensado que soy el único con el que Dios está trabajando? ¿Le he pedido al Espíritu Santo que me ayude a encontrar colaboradores?