Sí, Estoy en CrisisMuestra

Si has llegado hasta aquí es porque al igual que yo, sientes que estás atravesando una crisis y llegaste al punto en el que ya no sabes qué hacer, ya no hay más ideas u opciones que puedas tomar.

Déjame comenzar este día poniendo un fundamento: el no hablar de las cosas no hace que desaparezcan.

Apartar la mirada tampoco hace que los problemas se acaben.

Si acaso, podemos olvidarnos por un momento de que estamos en crisis, pero, seamos sinceros, nadie podría dormir tranquilo sabiendo que su casa se está incendiando.

Abrazar la crisis es el primer paso para poder salir de ella.

¿Acaso dije paso?

Quiero explicarte algo, no voy a darte una lista de pasos mágicos como si fuera una lista de supermercado en donde tengas que ir tachando cada uno esperando llegar rápido al final para decirle adiós a la crisis.

¿Por qué no te los voy a dar? Es simple, porque no los tengo.

Si te dije que el primer paso para salir de la crisis es abrazarla, es porque eso ya lo hice.

Darme cuenta que negar mi crisis económica no hace que mi cuenta de banco aumente o que las facturas se paguen solas fue un duro golpe, pero ahora ya acepté que en este momento estoy atravesando una crisis, y eso, aunque suene extraño, está bien.

Mi barco de remos está haciendo agua, está entrando agua por los orificios y al menos que haga algo para evitarlo, me voy a hundir.

No estoy listo para estar en el fondo y sé que tú tampoco lo estás; y si sientes que ya estás allí, déjame decirte que ese no es el lugar que Dios tiene preparado para ti. El pez que se tragó a Jonás tenía un gran propósito en el plan de Dios; aun en el fondo del mar Dios estaba haciendo algo por Jonás.