Sí, Estoy en CrisisMuestra

Ayer te dije que el segundo paso para salir de la crisis es actuar y pensar diferente. Entonces, el tercero es confiar en Dios y seguir teniendo nuestra fe puesta en Él, creyendo que hemos de recibir lo que estamos pidiendo, aunque no podamos ver.

No estoy seguro de cuántos pasos más sean necesarios para salir de la crisis, pero estos tres son un buen comienzo; digamos, que es un comenzar de nuevo.

Sí, eso es.

Yo comienzo otra vez; “he estado pescando toda la noche”, tengo mucho tiempo ya en esta crisis, no sé si las cosas van a cambiar o cuándo han de hacerlo, pero puedo confiar en Jesús una vez más; a resumidas cuentas, él nunca se ha equivocado conmigo, así que, en su nombre volveré a creer que es posible ver un milagro, aunque ya todo parezca perdido o ya sea demasiado tarde, estoy seguro de que Jesús puede darle vida hasta aquello que ya está muerto y hiede.

Así que este es mi consejo: como te dije, no sé cuánto tenga que durar la crisis o cuántos pasos sean necesarios, para salir de ella, pero con todo y eso alégrate en Dios.

Si, yo sé que lo que menos quieres hacer en este momento es sonreír o decir que estás bien cuando ambos sabemos que no es así.

Nadie sonríe cuando pierde los ahorros de toda su vida en una estafa. O cuando la salud de un ser amado se deteriora tan rápido y lo único que puedes hacer el ver cómo su vida se desvanece frente a ti. Nadie está feliz en medio de un divorcio.

Hay momentos en la vida en los que simplemente no queremos sonreír.

Pero por favor, solo te pido que puedas resistir un poco más, que puedas encontrar tu gozo en medio de las dificultades.

Que puedas ver al cielo y encontrar tu paz en medio de la tormenta.