La oración eficazMuestra
La vida de oración de Jesús
Al examinar los diversos relatos de los evangelios, queda manifiesto la importancia que Jesús le dio a la oración. Ningún día se iniciaba para Él sin antes acudir delante del Padre Celestial en oración. Igualmente, cada decisión importante en la vida de Jesús, fue precedida por momentos de oración, como cuando estaba en el Getsemaní momentos antes de ser capturado (Lucas 22:44-46); o antes de iniciar su predicación y ministerio terrenal, retirándose al desierto y orando durante 40 días (Lucas 4:1-2); o en la agonía de la cruz orando con las palabras del Salmo 22 (Marcos 15:34); o después de un día de mucho trabajo, como el día que multiplicó los panes y peces (Marcos 6:46).
Jesús creía que la oración marcaba una diferencia en su vida y ministerio. La oración para Él no era un mero rito, o simplemente un hábito o disciplina. Su énfasis, los momentos (en grandes decisiones) en que oró y el tiempo que le dedicó a la oración, dejan claro que Jesús oró como sí eso determinara una diferencia.
Jesús oraba, y oraba con frecuencia, a veces pasaba noches enteras en la oración. Tanto tiempo invertía Jesús en la oración, que sus discípulos lo notaron; y le pidieron que les enseñara a orar. “Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos” (Lucas 11:1). De ahí nació la oración del Padre Nuestro, como modelo de oración.
Jesús es un verdadero modelo de hombre de oración. Jesús en su ministerio terrenal era una persona acostumbrada a orar. Al leer los evangelios sinópticos se puede observar como Jesús oraba con asiduidad y dedicación; la oración era un patrón y un hábito que resaltaba en su vida.
Hay una relación estrecha entre el ministerio y misión de Jesús con su vida de oración. No se puede entender plenamente el ministerio de Jesús, sin entender el papel y los momentos en que Jesús oró. Así Dios quiere que sea en nuestra vida. Dios mismo relaciona su obra en el mundo con las oraciones de su pueblo. Así funciona la economía de Dios: hay una correlación entre los propósitos de Dios, y la oración de su pueblo.
Para reflexionar:
·¿Sientes, al igual que Jesús, la necesidad de orar?
·¿La oración forma una parte importante en tu vida espiritual?
·¿Oras solamente por tus necesidades, o ante problemas, o también para tener intimidad con Dios?
·Si tuvieras que evaluar tu vida de oración, ¿podrías afirmar que le das prioridad al tiempo que le dedicas a hablar con el Padre Celestial?
Escrituras
Acerca de este Plan
La oración cristiana es una relación de Alianza entre Dios y el hombre en Cristo. La definición más básica de la oración es "hablar con Dios". La oración no es meditación o reflexión pasiva; es dirigirse directamente a Dios, en un diálogo abierto. La oración nos acerca a Dios y nos conecta con Él.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/