La oración eficazMuestra
Orar conforme a la voluntad de Dios y en alineación con el Espíritu Santo
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho” (1 Juan 5:14-15).
Orar conforme a la voluntad de Dios es un requisito básico para obtener respuesta de nuestras oraciones. Muchos creyentes se apoyan en lo dicho por Jesús en Mateo 21:22 (higuera estéril): “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”, para creer que Dios responderá todo lo que ellos pidan y como lo pidan. Al observar el contexto de este pasaje, se nota que el énfasis está en resaltar el valor de la oración pronunciada con fe y convicción, como requisito para recibir la respuesta de Dios, pero eso no excluye la necesidad de orar de acuerdo a la voluntad y propósitos de Dios. Ambas cosas son necesarias. Esa fue la instrucción de Jesús acerca de cómo orar (oración del Padre Nuestro): “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:9.10).
Orar alineado con el Espíritu Santo
Otra forma de asegurarse de orar conforme a la voluntad de Dios es andar en el Espíritu y orar en alineación con el Espíritu. Necesitamos, pues, depender del Espíritu de Dios en la oración. Esta es una maravillosa verdad: “Y de igual manera El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos” (Romanos 8:26-27).
El Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad y carencia al orar para que prevalezcamos en oración en la dirección correcta. Nos es que ora por nosotros. Nosotros debemos disponernos a la oración y Él nos apoyará. “La palabra griega traducida como ayuda se usa en Lucas 10:40, donde Marta le pide a María que la ayude. El término no indica que el Espíritu va orar en lugar nuestro, sino que se nos une para hacer más efectivas nuestras débiles oraciones” (Comentario de la Biblia Plenitud).
Nuestra oración se mueve en medio de la duda, la ignorancia, los intereses egoístas, la lucha y la oposición (Satanás); pero sabemos que en medio de la dificultad y nuestra debilidad, podemos descansar en la acción de Espíritu Santo, quien está totalmente conectado en intimidad con Dios, y alineado a su voluntad, para que “interceda por nosotros con gemidos indecibles”. Esa es una poderosa promesa.
Somos llamados, pues, a “orar en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu”, especialmente, “velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:18).
Ahora, la oración en el Espíritu es posible solo si andamos en comunión con el Espíritu Santo. Necesitamos, entonces, cultivar la relación con el Espíritu Santo, evitando contristarle o apagarle en nuestra vida.
Para reflexionar:
·¿Disciernes la voluntad de Dios cuando oras?
·¿Te apoyas en el Espíritu Santo para orar con poder y en alineación a la voluntad de Dios?
Escrituras
Acerca de este Plan
La oración cristiana es una relación de Alianza entre Dios y el hombre en Cristo. La definición más básica de la oración es "hablar con Dios". La oración no es meditación o reflexión pasiva; es dirigirse directamente a Dios, en un diálogo abierto. La oración nos acerca a Dios y nos conecta con Él.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/