Dejando atrás el miedo

Durante la competición

El día de la competición trae consigo una mezcla de emociones. Estás a punto de mostrar los resultados de tu duro entrenamiento y de los sacrificios que has hecho para llegar hasta aquí. Pero los sentimientos de miedo, duda y nervios pueden invadirte. Si no tienes cuidado, esto puede paralizarte e impedirte rendir bien. Desvías la energía que tanto necesitas para luchar contra la ansiedad y el miedo mientras tu cuerpo se tensa.

La mañana de la primera carrera de Cindy Sember tras su lesión se caracterizó por la preocupación y la ansiedad. Estos fueron algunos de sus pensamientos:

• Me preocupaba hacer un tiempo terrible que diera la razón a los médicos.
• Me preocupaba que mi tendón de Aquiles no estuviera curado y corriera el riesgo de volver a hacerme daño.
• Me preocupaba decepcionar a quienes me habían ayudado a volver a competir.

Cindy dijo: «Tuve que apoyarme en mi fe en Dios y en lo que dice Su Palabra sobre quién soy. Tuve que separar mi identidad del resultado. Necesitaba mantener mi identidad en Aquel que me creó para ser la atleta que soy».

Cuando estos sentimientos empiecen a abrumarte, como a Cindy, recuérdate quién es Dios y lo que puede hacer a través de ti. Dios puede hacer más que nosotros con nuestras propias fuerzas. Sólo eso debería darte esperanza.

Una cosa que puedes hacer para tranquilizarte es escribir versículos de la Biblia. Escribirlos y decirlos en voz alta puede ayudarte a sentirte más tranquilo. Estos son algunos versículos en los que Cindy piensa los días de carrera:

• Confianza incondicional y sumisión en lugar de entendimiento humano (Proverbios 3:5-6).
• Sé fuerte, valiente y no tengas miedo, Dios está contigo (Josué 1:9).
• Corre para ganar el premio (1 Corintios 9:24).

Al llenar tu mente con las Escrituras, no dejas espacio para que entren el miedo y la duda. Incluso cuando se cuelen, sigue orando. 2 Corintios 10:5 dice: «Llevad cautivos vuestros pensamientos», que plantan semillas de fe y del amor incondicional de Dios por nosotros.

Es el día del partido. Deja atrás tus dudas y juega para Su gloria.

Puntos de acción:

• Encuentra algunos versículos que te ayuden a calmar tu mente y a establecer tu perspectiva. Escríbelos. Colócalos en un lugar donde puedas verlos.
• Repite los versículos en voz alta y mentalmente.
• En los momentos previos a tu carrera o partido, ore para que Dios te dé fuerzas y déjale a Él los resultados. Su amor es incondicional. Haz de esto un hábito.

Oración:

«Amado Jesús, ayúdame a ser fuerte y valiente. Sé que siempre estás conmigo. Ayúdame a dejar atrás mis dudas y a competir por tu gloria. Dame fuerzas. En el nombre de Jesús, amén».