Fe duradera

Una mentalidad para toda la vida

Han pasado siete años desde que Cindy se lesionó el tendón de Aquiles y volvió más fuerte que nunca. Estableció un nuevo récord nacional, participó en sus terceros Juegos Olímpicos y obtuvo medallas en campeonatos importantes. A pesar de todo, Cindy ha visto la mano de Dios en su situación.

Cindy dice: «Él me ha mostrado que puede darme fuerzas cuando me siento débil. Él puede ayudarme a perseverar cuando siento que no estoy progresando. Y lo que es más importante, me ha enseñado que mi capacidad atlética es un regalo suyo. Cuando le entrego mis metas, Él puede hacer que sucedan cosas increíbles».

Los atletas deben recordar que competir es un don de Dios. Es fácil dejarse atrapar por el estrés de la presión del rendimiento, las lesiones y las derrotas. Cuando te enfrentas a obstáculos, puedes perder de vista lo que realmente importa. Pero cuando mantienes tus ojos en Dios, compites con una perspectiva renovada. Entregar tus objetivos a Dios no significa que dejes de trabajar duro, sino que le confías los resultados. Sólo eso puede elevar tu rendimiento porque sabes que está en Sus manos.

Para Cindy es importante tener presente las Escrituras. El primer versículo ofrece una gran visión de la rendición. El segundo es una increíble promesa de fortaleza.

• Dios tiene planes para darnos esperanza y futuro (Jeremías 29:11)
• Esperar en el Señor da fuerzas renovadas (Isaías 40:31)

En el versículo de Isaías hay una frase poética que pinta una imagen de la fortaleza de Dios como la de un águila que vuela. Esta es una de esas imágenes mentales que captura lo que todo atleta anhela.

Puntos de acción:

• Entrega tus metas a Dios: Ofrece tus sueños, metas y aspiraciones a Dios. Pídele que te guíe en cada paso.
• Reflexiona sobre tus dones atléticos: ¿Cómo te ha equipado Dios como atleta? Tómate un tiempo para agradecerle por tus habilidades únicas y las oportunidades atléticas que tienes.

Compite con una mentalidad piadosa: Antes de tu próximo partido o carrera, tómate un momento para hacer una pausa y cambiar tu mentalidad. Recuerda que estás compitiendo por la gloria de Dios, no sólo por tus propios logros.

«Oración:

«Querido Jesús, gracias por las habilidades que me has dado y las oportunidades de competir. Ayúdame a confiar en ti sin importar el resultado. Dame una fe duradera y recuérdame que cada actuación es para tu gloria. Que mis acciones reflejen tu amor y tu gracia en todo lo que hago».

Resumen

La historia bíblica de José tiene aplicaciones en la vida de un atleta.

José, uno de los hijos de Jacob, tenía sueños de grandeza y liderazgo cuando era joven. Pero su camino tuvo dificultades y reveses. Es como las lesiones o los fracasos de un atleta. Experimentó malas decisiones e injusticias. A pesar de las pruebas, José confió en Dios, mantuvo su integridad y siguió perseverando.

Con el tiempo, la fe y la perseverancia de José vieron su recompensa. Ascendió al poder y finalmente salvó a su familia y a muchos otros de la hambruna. José comprendió que Dios estaba obrando, incluso cuando el camino parecía poco claro. A pesar de todo, dio gloria a Dios.

Nuestra oración es que antes, durante y después de tu competición, tengas una perspectiva similar. Mantén la palabra de Dios frente a ti y ¡enfoca tus ojos en Él!

Próximos pasos

Atletas en Acción tiene otros planes relacionados con los deportes. Puedes utilizar esos planes para prepararte para la competencia. Puedes encontrarlos en la página de AIA Connection en la aplicación de la Biblia . Haz clic en el botón "Seguir" para recibir notificaciones de contenido nuevo.

Pasa a la acción

También puedes considerar un plan más personalizado desde nuestra página del editor. Tenemos muchas otras ideas y otros planes en la Biblia App para ayudarte espiritualmente como atleta. Por favor pasa y compruébalo tú mismo.