Enciende La Luz: No Cedas a La Conmiseración Muestra

NO CEDAS A LA CONMISERACIÓN

¿Cómo te percibes a ti mismo(a)? ¿Cómo está tu autoestima? No debes sentirte más ni sentirte menos que los demás. Al convertirte en un(a) hijo(a) de Dios obtienes una verdadera identidad en Cristo, independientemente de lo que hayas vivido.

No necesitas buscar que la gente te tenga lástima, porque eso podría añadir decepciones, frustraciones o más dolor a tu alma. Tienes tu lugar en Cristo; ¡tómalo!

De la abundancia de tu corazón, hablará tu boca, por lo que es imperante que la Palabra del Señor abunde en tu corazón para que sea renovado tu pensamiento y en consecuencia tu forma de hablar y de conducirte; tu forma de verte a ti mismo(a) y de cómo te presentes a los demás para testimonio de Cristo en ti.

Habrán voces extrañas, es decir, pensamientos constantes que el enemigo quiera traer a tu mente del sufrimiento que hayas vivido o estés viviendo, con el fin de conmiserarte a ti mismo(a), pero debes ser fuerte y valiente, resistir al enemigo y aferrarte a las palabras que Dios constantemente te habla.

Vivimos en un mundo caído, lleno de maldad, donde se batalla por tu alma… ¿Darás tregua al enemigo? No puedes permitirte tomar a la ligera la paz de tu alma, tu misma eternidad que costó el sacrificio de Jesucristo. Toma decisiones del corazón, decisiones firmes que te alejen y alejen tus pensamientos de lo que te daña con la guía del Espíritu Santo.

El Señor tiene su mirada puesta en ti. Cuando lo buscas a Él para hablarle, ¡tú lo llenas de alegría!