Bartimeo: Milagros en El Camino.Muestra

Mano a mano con el Maestro

Podemos decir que Jesús hace una pregunta aparentemente obvia, pero no lo es. El hombre podría haber respondido lo que hubiera querido.

De hecho, hace años le hablé de Jesús a una persona no vidente y le pregunté cuál era su mayor deseo. Y me contestó: «Mucho dinero».

Pero Bartimeo quería ver. En algunas traducciones se lee:

«Quiero recobrar la vista».

Y, ¿sabes? El Evangelio es para todos. Ya sea porque en algún momento hayas tenido una visión clara de la vida y hayas terminado al margen del camino por diversas situaciones o porque nunca hayas visto y necesites ver por primera vez, también hay espacio para ti, sea cual sea tu situación.

Y, para concluir:

El Señor le dice: «Vete, tu fe te ha sanado».

No puedo imaginar la cara que puso Bartimeo. O quizá sí. El rostro de alguien que entra al cielo después de una larga agonía en la tierra.

Abrió los ojos por primera vez, o quizá por primera vez en mucho tiempo. Y no lo dice la Biblia exactamente, pero me encanta pensar que lo primero que vio fue la sonrisa del Señor.

Y ante la tremenda situación, Bartimeo no se fue, sino que siguió a Jesús por el camino.

Empezó al margen, pero no dejó pasar de largo la Presencia de Dios.