El Dios Que Nos SalvaMuestra

Pertenencia

La gratitud es una disposición que puede cambiar vidas. ¿Te has puesto a pensar cuántas veces damos gracias por lo que tenemos? Por lo general tendemos a observar y hablar más de las cosas que nos faltan que de las que tenemos. Esa falta que sentimos nace de un deseo y puede que el mismo sea bueno, pero a menudo cometemos el error de correr tras nuestros deseos todo el tiempo, generando así un desgaste mental, físico y emocional si no los alcanzamos. Por eso, el estar en un estado de gratitud nos ayuda a darnos paz, porque podemos entender que muchas de las cosas que tenemos no las merecíamos; o también, podemos pensar que hay muchas otras personas no tienen ni una décima parte de lo que tenemos nosotros.

María alabó, agradeció y reconoció a Dios como su Señor. Esta palabra “Señor”, dio un sentido de pertenencia de María hacia Dios y le permitió fijar su mirada en Él. Ya lo dijo Jesús en Mateo 6:25-33 “No se preocupen por el día a día, ¿Qué comeremos?, ¿Qué vestiremos?, etc. Más bien busquemos a Dios primero y lo demás viene por sí solo” (Paráfrasis propia).

¿Dónde están puestos los objetivos de tu vida? ¿En ti? ¿En otros? ¿En tu Señor? Lo aconsejable es que estén puestos en Dios, para que la paz gobierne tu vida. Que en este día puedas agradecer a Dios por todo lo que tienes y centrar tu vida en el Dios de tu salvación.