Amor DiscernidorMuestra

El amor requiere de discernimiento que le proporcione juicio moral

"Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde (desborde) aún más y más en conocimiento (conocimiento pleno) y en toda comprensión (discernimiento, percepción), para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios" (Filipenses 1:9-11).

La palabra discernimiento solamente es usada aquí, y expresa percepción moral y espiritual. La NVI traduce como “buen juicio”, la NTV traduce como “entendimiento” y la LBLA como “discernimiento”.

La palabra discernimiento tiene que ver con el juicio que se desarrolla con la madurez y con la sabiduría que resulta de la adquisición de experiencias varias. La gente con sabiduría o juicio no se deja llevar por la moda (redes sociales, ideologías, etc.) o por tácticas de alta presión. Es improbable que tomen decisiones sin pensar de las que después se tengan que arrepentir.

Discernir es saber "lo que agrada al Señor" (Efesios 5: 10), conocer "la voluntad de Dios" (Romanos 12:2), " conocer lo bueno" (Filipenses 1:9-10; 1 Tesalonicenses 5:21-22).

El discernimiento es lo que permite que el amor se haga concreto cada vez. No se rige por una “discreción” entendida como mero sentido común, como prudencia humana que siempre busca el término medio evitando los extremos, sino que es el amor activo y relevante que se vuelve en cada situación “la virtud que nos hace falta”. Es capaz de percibir lo que la situación requiere –o sea lo que el verdadero bien del otro requiere y, finalmente, y más importante, lo que Dios requiere.