Amor DiscernidorEjemplo

¿Qué debemos discernir? ¿Qué es lo que debemos percibir?

"Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde (desborde) aún más y más en conocimiento (conocimiento pleno) y en toda comprensión (discernimiento, percepción), para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios" (Filipenses 1:9-11).

Necesitamos discernir – percibir aquello que es mejor, aquello que tiene más valor.“…para que aprobéis lo mejor (entiendan lo que realmente importa). Para que discernáis – aprobéis (dokimazo) lo mejor” (diaphero) (Filipenses 1: 10a). La palabra griega dokimazo tiene que ver con probar algo o determinar su valor. En 1 Pedro 1:7, se usa para examinar el oro a prueba de fuego – esto es ambos, una prueba y una purificación.

Pablo ora para “que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento” (1:9). El resultado de este amor discernidor es: a) aprobar lo mejor, b) ser sinceros e irreprensibles y c) ser llenos de frutos de justicia. Cuando aprobamos y recibimos lo mejor, entonces nos hacemos sinceros (al hablar de una justicia interior) e irreprensibles (al hablar de una justicia externa la cual se puede ver).

Si los cristianos filipenses tienen conocimiento y discernimiento, por los que Pablo oro (versículo 9), estarán mejor preparados para tomar las decisiones que cada día les presente – y para examinar bien sus opciones y escoger la mejor.

La vida a menudo nos presenta decisiones complejas. No solo tenemos que escoger entre lo bueno y lo malo, sino también poder escoger lo mejor. Pablo quiere que los cristianos filipenses estén equipados para escoger lo mejor de manera consistente.

Ahora, el ser sinceros es importante, pero por sí solo no basta. Algunos pecadores notorios en los días de Jesús, tales como los publicanos eran sinceros, pero aun así necesitaban arrepentirse. Y también, el ser irreprensibles ante los demás es importante, pero esto tampoco es suficiente. Los fariseos en los días de Jesús eran irreprensibles a la opinión de muchos. Nosotros debemos de querer que Dios nos haga sinceros e irreprensibles.

Además,necesitamos ser llenos de frutos de justicia. La obra de convertirse en sinceros e irreprensibles es en realidad la obra de Dios dentro de nosotros. Y esto sucede cuando estamos llenos de frutos de justicia.

Y el llevar fruto es siempre el resultado de permanecer en Jesús (Juan 15:4-6). Al permanecer en Jesús nosotros recibimos la vida y los nutrientes que necesitamos para llevar naturalmente frutos para gloria y alabanza de Dios.

Pablo comienza esta solicitud delante de Dios a favor de los filipenses con una declaración de propósito o resultado. Para que así “disciernan” (aprueben) lo mejor. La idea es examinar con el fin de decidir, por ello requiere distinción para tomar una decisión. La petición de Pablo es con la finalidad de discernir los tiempos para tomar decisiones conforme a la voluntad de Dios, guiados por el amor, el conocimiento y el discernimiento espiritual (ver también Romanos 2:18; 12:2; 1 Corintios 3:13; 11:28; 2 Corintios 8:8; Gálatas 6:4; Efesios 5:10; 1 Pedro 1:7).

Conocimiento y discernimiento espiritual

Ambas de estas solicitudes implican visión espiritual. La primera, conocimiento pleno, necesario para salvación. La segunda, discernimiento para de manera práctica orientar las elecciones con juicio moral.

Madurez cristiana implica tres elementos: (1) doctrina correcta (vea 1 Juan 4:1-6), (2) relación personal (vea Juan 1:12; 3:16) y (3) estilo de vida santo (vea 1 Juan 1:7; 2:6).