La Fidelidad De Dios - Guiándonos De Vuelta a ÉlEjemplo

Honrar a Dios

Primeras prioridades

Leer: Hageo 1

EOAO: Hageo 1:12-13

Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió el pueblo delante de Jehová. 13 Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová.

Dentro del texto

La mayoría de los profetas sobre los que hemos leído, vivieron antes o durante el comienzo del exilio de Israel y Judá. Hageo escribe al final de los 70 años de exilio. Los babilonios fueron conquistados por los persas, y el rey Darío de Persia permitió a los israelitas regresar a Jerusalén para reconstruir la ciudad, tal como Dios había prometido.

Poco después de llegar a Jerusalén, Hageo empezó a notar que la gente estaba mucho más preocupada por reconstruir sus casas que el templo. Recuerde, la razón por la que el pueblo fue enviado al exilio en primer lugar fue por su pecado, desobediencia e idolatría. Dios prometió que preservaría un remanente fiel para que regresara a Israel después de 70 años, pero los que regresaron tenían prioridades equivocadas.

Su regreso a Jerusalén fue un regalo de Dios. Su respuesta debería haber sido de alabanza y acción de gracias, reconstruyendo primero el templo, pero estaban centrados en sí mismos.

Nosotros también podemos ser como los israelitas. Pedimos y esperamos que Dios nos libre de una situación o haga algo nuevo o mejor. Cuando lo hace, nos olvidamos de responder con alabanza. Rápidamente podemos seguir adelante y servir a nuestros propios deseos, o empezamos a desear lo siguiente. Dios usó misericordiosamente a Hageo para llamar al pueblo a la obediencia, y ellos obedecieron rápidamente.

Piensa en tu propia vida ahora mismo. ¿Tu estilo de vida y tus hábitos indican que tu primera prioridad es servir y adorar a Dios? Que no nos distraigamos ni nos desviemos del camino como los israelitas. Que nuestros corazones y nuestras vidas se centren en Dios, ante todo.

Oración

Dios, gracias por recordarme que debo centrarme en ti. Puedo distraerme fácilmente con mis propios deseos. Que mi vida sea alabanza y adoración a quién eres y a lo que has hecho en mi vida. Amén.