La Fidelidad De Dios - Guiándonos De Vuelta a ÉlEjemplo

El carácter Santo de Dios

Leer: Joel 2:1-17

EOAO: Joel 2:12-13

“Ahora, pues, dice el Señor, volveos ya a mí con todo vuestro corazón, con ayuno, llanto y lamento. Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos, y volveos al Señor, vuestro Dios;
porque es misericordioso y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia".

En el Texto

Mucha gente cree erróneamente que el Dios del Antiguo Testamento es un Dios de ira y juicio, mientras que en el Nuevo Testamento se caracteriza únicamente por el amor. Sin embargo, Joel 2 nos muestra que Dios está enojado con el pecado pero lleno de amor hacia el pecador. Es importante conocer y comprender el carácter de Dios, ya que tiene un gran impacto en la forma en que vivimos.

Joel escribe sobre el próximo Día del Señor. Sería un día de “espantosa oscuridad” (Joel 2:2) donde un futuro ejército vendría y destruiría la ciudad de Jerusalén. Luego, en el versículo 12, vemos una de las palabras más importantes: la pequeña palabra “todavía”. Aunque se prometió que llegaría este tiempo de juicio y devastación, Dios dice que se puede evitar.

Todo lo que Dios quiere de su pueblo es su corazón. Dios le dice al pueblo de Israel a través de Joel “vuélvete a mí con todo tu corazón” (Joel 2:12) para que Él pueda “conceder un indulto” (Joel 2:13). ¿Por qué Dios haría esto? Dios es “misericordioso y compasivo, lento para la ira y desbordante en amor leal” (Joel 2:13; Éxodo 34:6). Es por el carácter de Dios que Él ofrece perdón mediante el arrepentimiento.

Dios es un Dios santo, lo que significa que no puede permitir que el pecado quede impune. Pero Dios también es amoroso y ofrece una manera para que su pueblo sea perdonado y redimido a través de Jesús. Ambas características son verdaderas de Dios y necesarias. Todos los juicios de Dios son buenos y correctos. Él no tenía que abrir un camino para que fuéramos redimidos, pero lo hizo por Su gran amor. Cuando entendemos el carácter de Dios, nos hace querer responder con arrepentimiento y alabanza.

Así como venía el día del Señor para el pueblo de Israel, así vendrá el día del Señor para todo el mundo. Aunque será un día de juicio, para aquellos que hemos puesto nuestra fe en Jesús, no tenemos que temer. Más bien, sabemos que estamos seguros como hijos de Dios.

Mientras esperamos ese día venidero, tenemos el encargo de vivir una vida fiel. Debemos arrepentirnos regularmente y vivir una vida de obediencia. Cuando nuestros corazones pueden ver a Dios verdaderamente tal como Él es, cambia la forma en que vivimos.

Oración

Dios, gracias porque eres un Dios justo, compasivo y misericordioso. Gracias porque tu carácter nunca cambia. Permíteme ver tu carácter y vivir en respuesta a él con alabanza. Amén.