Pedro: Imprudencia E ImpulsividadMuestra

La fe se trata de dar ese primer paso, y cuando las dudas nos amenazan, podemos confiar en que Él está ahí.

La mención del agua es quizás una de las más icónicas de los Evangelios, pues vemos tanto la audacia como la impulsividad de Pedro. Cuando Jesús le dice «ven», Pedro no lo piensa dos veces: sale de la barca y comienza a caminar sobre el agua.

Sin embargo, pronto la realidad de lo que está haciendo lo golpea. El viento fuerte, las olas y Pedro comienza a hundirse porque su fe vacila y el miedo toma el control; sin embargo, en su momento de duda, Pedro hace algo crucial: clama a Jesús.

Esta historia nos recuerda que la fe no es ausencia de dudas, sino confianza en medio de ellas. Pedro tuvo el coraje de salir de la barca, algo que ningún otro discípulo hizo, y cuando se encontró hundiéndose, supo exactamente a quién acudir.

Como mujeres de fe, a menudo nos enfrentamos a nuestras propias «aguas tormentosas», puede ser un diagnóstico médico inesperado, problemas financieros o relaciones difíciles. En esos momentos, es fácil que nuestras dudas nos hagan «hundirnos». Pero la lección de Pedro es clara: incluso en nuestros mayores momentos de duda, podemos clamar a Jesús.

• Aprende: ¿Qué nos enseña la reacción inicial de Pedro sobre la fe? ¿Y qué podemos aprender de su respuesta cuando comenzó a hundirse?
• Vive: Piensa en una situación en la que hayas sentido que te «hundías» y responde: ¿Cómo puedes, como Pedro, clamar a Jesús en medio de tus dudas?
• Lidera: Comparte con una amiga o en tu grupo pequeño sobre un momento en el que tus dudas te hicieron «hundirte» y responde: ¿Cómo has experimentado a Jesús «extendiéndote su mano» en momentos de duda?

Oración
Señor Jesús, gracias porque nos invitas a «caminar sobre las aguas» contigo. Perdónanos cuando, como Pedro, dejamos que nuestras dudas nos hundan. Ayúdanos a mantener nuestros ojos fijos en ti, y a clamar tu nombre en nuestros momentos de mayor debilidad. Que podamos experimentar tu mano extendida, levantándonos y fortaleciendo nuestra fe. En tu nombre Jesús, oramos. Amén.