Pedro: Imprudencia E ImpulsividadMuestra

Dios puede usar nuestra impulsividad para declarar verdades profundas.

En este pasaje, vemos uno de los momentos más trascendentales en la vida de Pedro cuando Jesús pregunta a sus discípulos: «“¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?”» (Mt 16:13b). Después de escuchar las respuestas, hace la pregunta crucial: «“Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?”» (Mt 16:15).

Como es típico en él, Pedro no duda en responder y su declaración es audaz y directa: «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.», esta confesión impetuosa se convierte en el fundamento sobre el cual Jesús declara que edificará su iglesia.

Es fascinante ver cómo Dios usa la tendencia de Pedro a hablar primero y pensar después, para proclamar una verdad fundamental del evangelio. Es así como la impulsividad de Pedro, que a menudo lo metía en problemas, en este caso lo llevó a articular una verdad profunda y transformadora.

Como mujeres, a veces nos avergonzamos de nuestras tendencias impulsivas o emocionales. Pero la historia de Pedro nos recuerda que Dios puede usar incluso estas características para su gloria. Nuestras palabras espontáneas, cuando están alineadas con la verdad de Dios, pueden tener un impacto poderoso.

• Aprende: ¿Cómo utilizó Dios la impulsividad de Pedro en este pasaje? ¿Qué nos enseña esto sobre cómo Dios puede usar nuestras características naturales?
• Vive: Reflexiona sobre un momento en el que hablaste impulsivamente sobre tu fe y reflexiona: ¿Cuál fue el resultado? ¿Cómo puedes permitir que Dios use tu espontaneidad para su gloria?
• Lidera: Hoy, desafíate a compartir tu fe de manera espontánea con alguien. Luego, reflexiona sobre la experiencia y pregunta a un amigo: ¿Cómo has visto a Dios usar tu personalidad única para compartir su verdad?

Oración
Padre celestial, gracias porque puedes usar incluso nuestras imperfecciones para tu gloria. Ayúdanos a ser audaces en nuestra confesión de fe, como Pedro. Que nuestras palabras, aunque imperfectas, puedan proclamar tu verdad al mundo. En el nombre de Jesús. Amén.