La Historia De Las Cometas, La Desconexión Con El PadreMuestra

😶‍🌫️El tercer vacío es de seguridad

El vacío de inseguridad nos lleva a sentirnos inadecuados e insuficientes. Nuestro padrastro, el diablo, nos dejó dependiendo de nuestra autosuficiencia. Tenemos un gran temor de sentirnos inadecuados al ser evaluados, exhortados y rechazados. Nos protegemos, si es necesario, mediante la agresividad. Buscamos dependencia de nuestra apariencia, capacidades y logros, pero la realidad es que el éxito nunca solucionará nuestra inseguridad.

En muchas formas busqué silenciar la inseguridad con mis logros deportistas ganando muchas medallas.🎖️🏅🥇🥈 En el perfeccionismo existe la mentira de que valemos si hacemos bien las cosas.

Pero llegó un momento en el cual ni ganando tenía gozo, pues sólo recordaba los errores que había cometido en el juego. Pobre de mi esposa, ha tenido que convivir con este gruñón por tantos años. Después, con la piedad y servicio en las iglesias, busqué solucionar la voz interna del auto aborrecimiento. Cuando la definición de mi propia vida quedó en mis manos, llegué a ser esclavo de la fama diaria porque la de ayer no era suficiente para mis necesidades de hoy. Aún, después de haber visto a Dios obrar en formas milagrosas y con dos iglesias plantadas en ciudad de Medellín, dudaba el amor de Dios y de su favor sobre mi vida.

👨‍👩‍👧‍👦Quiero explicarles algo aquí sobre el rol de los padres terrenales.

La masculinidad es conferida de un hombre a un muchacho. La transmisión de confianza y fortaleza viene a través de la bendición de papá. Por ejemplo, Jesús recibió esto de su padre: “Tú eres mi hijo amado en ti tengo complacencia”. En otras palabras: estoy profundamente orgulloso de ti y tú tienes todo lo que se requiere para alegrar mi corazón" (Lc. 3:22).

Aunque mi padre fue un hombre de Dios, no supo cómo afirmar mi identidad y mi necesidad de valoración. Como les comenté, su padre fue muy distante desde que él era niño, luego, mi padre tampoco tuvo un referente claro de qué era ser un papá cercano. Mi padre era un hombre que se perdía dentro de su trabajo y no tuvo una conexión afectiva conmigo. No hubo una voz intencional para otorgarme un sentido de identidad. John Eldredge dice que “Los hombres heridos viven escondidos por el temor a exponerse, aterrados de ser vistos en su incompetencia o inadecuación, escondidos en la oficina, el gimnasio, en bares, detrás del periódico o de un ego falso. Esas son las hojas de guerra modernas de los hombres".

La realidad del hombre caído es que la fortaleza y la iniciativa con las cuales había sido dotado en la creación se volvieron contra él. La maldición por la caída del hombre fue contra el propósito con el cual fue creado; ya no era gozo, sino el trabajo para ganarse el pan con el sudor de su frente. Es como si el hombre hubiera quedado esclavizado del “hacer” y como si el trabajo se hubiera convertido en su única fuente de valor.

La mentira que se instala en nuestro corazón es: “Soy suficiente sólo si logro lo que quiero”💪