Impulsados por el gozo

Antes de la Competición

¿Te ha costado dormir la noche antes de un partido importante? ¿Alguna vez sentiste que el corazón te latía rapidísimo antes de que empezara un gran juego? Es normal sentir emoción, ansiedad y nervios antes de una competencia importante, pero cada uno gestiona estas emociones a su manera.

Cuando aprendemos a canalizar esta energía de manera productiva, puede impulsarnos a dar lo mejor de nosotros en cada juego. Sin embargo, si no sabemos gestionar estos sentimientos, pueden provocarnos ansiedad y miedo. Esto puede terminar afectando tu rendimiento.

En mi último año de universidad, estaba muy emocionada por nuestro partido de apertura en el fútbol. Jugábamos de locales contra uno de nuestros mayores rivales. Iba a ser titular y me habían nombrado capitana por toda la temporada. Era mi oportunidad para demostrar qué tipo de líder era y dejar mi marca contra uno de los mejores equipos del país.

Pero mientras nos preparábamos para el inicio, dejé que el momento fuera demasiado grande. La emoción que sentía se transformó en ansiedad, y un bucle sin fin de preguntas de "¿Y si...?" rodeaba mi mente.

"¿Y si cometo un gran error que nos cuesta el juego?".

"¿Y si mis compañeros no confían en mí como su capitana?".

"¿Y si no soy la jugadora que pensaba que era?".

Me puse tan nerviosa que busqué el primer basurero para vomitar.

Gracias a Dios, una de mis compañeras y amiga cercana vino cerca mío y amorosamente puso su mano en mi espalda. Ella me recordó qué era lo más importante: jugar con amor por el juego y por mis compañeras de equipo. Cuando hacemos algo que amamos, irradiamos alegría.

En Romanos 15:13, Pablo habla de un gozo que viene de estar en una relación con Dios. ¡Es un gozo que nos llena tanto que desbordamos! Imagina que tu corazón es un vaso. Cuando un vaso está lleno con agua, no hay lugar para nada más. Cuando estamos llenos del gozo que viene de Dios, no hay lugar en nuestro corazón o en nuestra mente para el miedo, la ansiedad o la duda.

En el versículo de Romanos, Pablo habla del compañero del gozo: la paz. Gozo y paz van juntos. Cuando nos enfocamos en el gozo, la paz también fluye en nuestros corazones. Una paz que tiene el poder de calmar pensamientos ansiosos y destruir dudas. Una paz que nos mantiene enfocados en lo que podría salir bien durante una competencia y lejos de lo que podría salir mal.

¿Cuál es el resultado del corazón de un atleta lleno de gozo y paz antes de una competencia? Una desbordante esperanza. Hoy en día, somos tentados a usar la esperanza como un deseo que puede o no hacerse realidad. Pero la esperanza bíblica es una espera confiada, no un deseo o un sentimiento. Está basada en el pensamiento de que Dios es fiel y guarda sus promesas.

No sé tú, pero yo quiero ser esa compañera que da a otros esta clase de esperanza. Esperanza, aun si somos los perdedores esperados. Esperanza, aun enfrentando un momento de inesperada adversidad. Esperanza, aun cuando el momento se siente más grande que nuestras habilidades. Esperanza, aun cuando los nervios amenazan con bloquearnos.

Me di cuenta de que reflexionar sobre momentos donde sentí gozo en mi relación con Jesús me mantuvo con los pies en la tierra antes de una gran competencia. Recuerdo que Dios me ha bendecido con la oportunidad de hacer algo que amo. Saber eso mantiene mi mente en paz cuando los nervios, la ansiedad y la duda tratan de robarme mi gozo.

Preguntas de aplicación:

• ¿Qué momentos de gozo de parte de Dios puedes recordar para calmar tus pensamientos ansiosos?
• ¿Quién en tu equipo o en tu círculo puede ser una fuente de esperanza para ti?

Oración

Dios, te alabamos por tu suministro interminable de gozo y paz. Estamos agradecidos de que confiadamente podemos poner nuestra paz en Ti. Te pedimos que permitas que el gozo y la paz entren en nuestros corazones, específicamente en momentos de ansiedad, y que Tú puedas ayudarnos a recordar que compitamos con gozo en nuestra mente. Ayúdanos a convertirnos en una fuente de esperanza para nuestros compañeros de equipo y para las personas alrededor de nosotros, así podemos enfrentar cualquier desafío que se interponga en nuestro camino con un corazón agradecido. Amén.