Esperanza en Medio De La IncertidumbreSample
Luchando contra el temor
Recuerdo el temor que sentí durante las primeras semanas de confinamiento. Mis padres, mis tíos y mi abuela estaban hospitalizados por COVID19. Mi marido y yo estábamos enfermos en casa, cuidando de nuestros hijos y tomando turnos para acostarnos en la cama porque nos quedábamos sin fuerzas rápidamente. A mi marido le costaba respirar y llamamos al servicio sanitario en varias ocasiones sin recibir ningún tipo de ayuda. El teléfono de asistencia, los hospitales y el ambulatorio estaban totalmente colapsados atendiendo a personas al borde de la muerte. En las noticias, el lento incremento de fallecidos por el virus y las imágenes de los sanitarios cubiertos en trajes blancos me hacían temer por mi familia. ¿Saldrán de esta?, me preguntaba a diario. Fueron semanas difíciles en las que tuve miedo. Mucho miedo. Tuve que tomar decisiones drásticas sobre los contenidos que iba a consumir, los cuales influenciarían directamente la forma en la que mis pensamientos y emociones responderían ante esta situación tan horrible. Dejé de ver las noticias porque me hacían pensar que el siguiente fallecido podría ser mi padre, mi tío o mi abuela.
En estos casos en los que parece que no hay salida y que el Apocalipsis está a la vuelta de la esquina, es inevitable tener miedo. Sentir ansiedad. Preocuparse. Temer por los tuyos. El miedo es un mecanismo de defensa que nos ayuda a mantenernos a salvo en situaciones extremas. Pero también es cierto que la Biblia repite las palabras “no temas” un total de 366 veces. ¿Sabes por qué? Porque no necesitamos este mecanismo de defensa, cuando tenemos a Dios como nuestro defensor y a sus ángeles protegiéndonos.
¿Esto de no temer también se aplica a una pandemia mundial en la que tú y muchos de tus familiares alrededor están enfermos? ¿Con esta enfermedad nueva, que nadie sabe cómo curar? O quizá, ¿tu situación personal es incluso peor que la mía y crees que es imposible confiar en Dios?
En ocasiones evitamos confiar en Dios porque creemos que la esperanza hará que el golpe de después sea más duro. Pero la esperanza es necesaria para vivir, para seguir caminando hacia adelante. Por muy metidos en el pozo que estemos, siempre queremos mirar hacia arriba y ver algo de luz. En mi caso, sólo encontré esperanza a través de ciertos canales que iremos explorando los siguientes días. Gracias al milagro de la protección de Dios, todos mis familiares salieron del hospital y a día de hoy se encuentran bien.
Te animo a que escojas uno de los siguientes pasajes y lo memorices para que puedas repetírtelo a ti mismo cada vez que tengas miedo.
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En medio de la pandemia mundial que estamos viviendo puede ser difícil confiar en Dios y tener esperanza. En estos 7 días de devocional descubrirás como luchar contra el temor y tener plena fe en Dios.
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