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Liberándote de la PornografíaSample

Liberándote de la Pornografía

DAY 24 OF 30

¡Estamos a una semana de finalizar este plan! Quizá estos días has trabajado duro, has rezado mucho, y te ha ido genial. Quizá has trabajado duro, rezado mucho, y te ha ido fatal. Y a lo mejor lo has hecho más o menos y te va más o menos. Sea como fuere, aprovecha estos últimos días y sigue adelante.

Cuéntale a tu ancla cómo vas, todavía estás a tiempo de proponer empezar un grupo de apoyo con amigos que estén batallando lo mismo y podéis hacer juntos el plan y evaluar todas las semanas cómo os va. Espero que el deporte ya sea algo constante y que hagas al menos 20 minutos todos los días. También confío en que hayas ordenado el uso que haces de las tecnologías y tu descanso nocturno sea mayor. Si has sido diligente en esto (8 horas de sueño, minuto heroico y acostarse a la misma hora), ya deberías de ser capaz de dormir mejor. También deberías de estar comiendo menos azúcar y bebiendo más agua. Confío en que ya hayas hecho alguna celebración y que el periodo que aguantas sin consumo sea mayor. Además… ¿quedas más con amigos? ¿tienes más actividades? ¿tu horario ye ha ayudado a organizarte, aunque no lo cumplas a rajatabla? ¡Cantidad de cosas nuevas y buenas en tu vida!

Hoy vamos a seguir avanzando con algo importante. ¿Preparado? Pues allá vamos. Para poder liberarnos de la pornografía es importante ser ordenados. Vivir en el caos nos hace entrar en más caos. Una casa, y especialmente una habitación limpia y ordenada, nos da una mente igual. Vivir rodeado de objetos inútiles, con suciedad, desorden, etc. Provoca lo mismo en nuestra cabeza y nos dificulta mucho la batalla por lo que hoy te invito a que limpies y ordenes (sí, a tu madre le encantaría este propósito). Te voy a dar un consejo para esto: tira a la basura todo lo que puedas. Ropa que no te vas a poner, recuerdos que no sabes ya ni qué te recuerdan, cosas que ya no sirven, cables cuyo origen y función son desconocidos, juguetes del McDonald's o huevos kínder… toda eso debe ir a la basura. Escoge un lugar de tu casa (preferiblemente tu habitación) y empieza por ahí. No es fácil mantener ordenada una casa con muchas cosas, por eso lo más importante es tirar a la basura. Sé desprendido, Jesús no te quiere acumulando objetos inútiles sino acumulando riquezas en el cielo. Ten la libertad de tener pocas cosas. Hazles fotos si quieres y tenlas en Internet pero deshazte de los objetos basura. Yo te invito a que comiences por tu habitación, seguramente lo más urgente es tu armario. Haz un plan de orden. Quizá tienes tiempo y puedes dedicar un día entero a ello, quizá no y sólo puedes dedicar 5 o 10 minutos durante un mes. Organízate como quieras, pero ponte a ello. Y, sobre todo, hazte con muchas bolsas de basura. No guardes la ropa para “si adelgazo”, “es que es un regalo y me da pena”, “quizá se vuelva a llevar” … Escoge sólo aquello que verdaderamente te hace sentir bien y tira todo lo demás (o dónalo si está bien todavía). Además, no pidas opinión a las personas con las que vives porque probablemente te dirán que lo guardes todo. Si el objeto que quieres tirar es tuyo puedes tirarlo, incluso aunque fuera un regalo. No creo que quien nos hace un regalo pretenda que esa prenda u objeto nos torture cada vez que lo vemos porque no lo usamos o no nos gusta.

Y una vez que tu cuarto esté ordenado, adquiere el hábito fundamental de hacer tu cama todas las mañanas. Ventila la habitación cuando te levantes y haz la cama. Créeme, cambiará mucho las cosas y será tu segunda batalla ganada del día (el minuto heroico es la primera). Cada día esfuérzate en mantener el orden dedicando cinco minutos de cronómetro a la limpieza.

Lee el texto que te propongo hoy y pregúntale al Señor qué “riquezas” puedes y debes desechar para que tu corazón pueda estar en las cosas importantes.

Dios te guarde y te guarda.

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