Liberándote de la PornografíaSample
¿Alguna vez te has preguntado por qué te enganchaste a la pornografía?
Verás, tu cerebro siempre va a buscar repetir experiencias que le resulten placenteras (¡Estamos hechos para la felicidad!). Por eso, al realizar algo que nos resulta placentero se genera una hormona llamada dopamina en el cerebro que activa nuestro sistema de recompensa. Este sistema no sólo nos premia por hacer algo, sino que nos motivará a repetir esa experiencia. Una buena comida, hacer deporte, estar con amigos… ¡son experiencias geniales! Pero hay experiencias creadas de forma artificial que provocan unos niveles de dopamina excesivos (pornografía, comida o bebidas excesivamente azucaradas y con adictivos, las redes sociales, las máquinas de juegos y apuestas, las drogas…). Esto, junto con la facilidad de acceder al estímulo, el anonimato y que esté bien visto… Nos hace caer en un ciclo de adicción.
Por eso, cuando vitalmente te sientes solo, triste, ansioso, agobiado, fracasado, aburrido… un área de tu cerebro te dice que necesitas la pornografía para sentirte mejor, es la forma que ha aprendido a regular esas emociones.
La razón por la que has intentado dejar esta adicción muchas veces y no lo has conseguido es porque te centrabas simplemente en no ver pornografía. Hoy quiero que nos centremos en llenar estos vacíos que te hacen querer ver.
Hoy se acaban las escusas, eres el único que puede decidir abrazar el plan que Dios tiene para ti. Desde hoy tendrás que asumir retos hasta que tengas una vida que merezca la pena ser vivida y de la que puedas hablar con orgullo. Y hoy comenzamos con lo más fundamental: vas a hacer deporte.
Al leer esto puede que te suceda como a Naamán el Sirio, que te reveles porque pensaste que aquí encontrarías fórmulas mágicas y sólo te invito a hacer deporte. Pero por las cosas sencillas es por donde tiene lugar la gran transformación de la persona. Así que confía. Hacer deporte le dará a tu cerebro una dosis de dopamina que te ayudará a superar los momentos en los que este te pida consumir. Parece sencillo, pero es lo más importante.
El objetivo final es que hagas deporte todos los días durante 30 minutos. Pero no vamos a empezar por el final, sino por el principio.
Si no haces nada de deporte, comienza con cinco minutos todos los días. Haz algo que te guste. Una rutina o correr. Reserva el tiempo para hacerlo. Será tan importante como la cita de un médico. Si te ayuda, levántate 10 minutos antes de lo habitual y duerme con la ropa de deporte para motivarte a salir o empezar. Organiza tu horario para incorporar esto.
Si ya haces algo de deporte, pero todavía no estás en el objetivo, aumenta en tiempo o días de la semana para acercarte a él. Pero ve poco a poco, no más de 10 minutos de lo que ya hacías.
No te olvides de compartirle a tu ancla tu nuevo propósito y ve diciéndole cómo te va.
¡Dios te bendiga! En Él está tu confianza y tus fuerzas.
Scripture
About this Plan
Este plan es un camino de 30 días para comenzar a liberarte de la pornografía de forma efectiva. De la mano de Dios, emprenderás el cambio de vida que necesitas para poder liberarte de esta adicción.
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