En Nuestro Lugar: Devociones Cuaresmales de Tiempo de GraciaMuestra

¡Tú también vivirás!

A todos nos gusta la estabilidad en nuestras vidas. A todos nos gusta asumir que todo seguirá igual, manejable. Tememos un cambio perjudicial--quedarnos sin trabajo o ser despedidos, sufrir heridas en un accidente de tráfico, siendo hospitalizado con alguna condición grave. Peor aún--tememos tener que vivir en una residencia de ancianos, de ser trasladados a un hospital para enfermos terminales.

La pesadilla de Marta se hizo realidad--Jesús el Sanador llegó a Betania demasiado tarde para salvar a su hermano enfermo, Lázaro. “‘Señor,’ dijo Marta a Jesús, ‘si Hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto. ’ . . . Jesús le dijo, ‘Tú hermano resucitará’” (Juan 11:21-23).

Eso sólo son palabras vacías venidas de un moribundo mortal a otro. Pero estas palabras vienen de Jesús, Señor y Maestro del pecado, la enfermedad, la muerte y el infierno. Su resurrección le dio el poder y la autoridad para destruir a la muerte. Él nos demostró ese poder en el mausoleo de Lázaro ordenando al hombre muerto salir afuera y vivir. Ese hombre muerto restaurado es una versión demostrativa de lo que Jesús hará a grande escala al final de los tiempos.

La resurrección de Jesucristo calma nuestros más profundos miedos. La resurrección de Jesucristo garantiza el perdón de vuestros pecados. No hay condenación para aquellos que creen en Jesús. La resurrección de Jesucristo garantiza la vuestra. Él vive. Vosotros también viviréis.