Determinación diaria

Alejaré de mí toda intención perversa; no tendrá cabida en mí la maldad.

Salmos 101:4

Confiar en Dios no nos priva de la capacidad de elegir. De hecho nuestras decisiones pueden honrar a Dios. Una forma de honrar a Dios es la determinación de apartarnos del mal y nuestro compromiso de alejar toda intención perversa de nuestro corazón.

Esta determinación es una lucha diaria, es un evento cotidiano que mantiene a nuestro corazón dependiente de la Biblia y la oración. No podemos descuidar por un momento esta batalla porque nuestro enemigo es tan astuto que aprovecha cualquier rendija para hacernos caer en la trampa de la independencia de Dios.

La clave no es tratar de luchar y vencer las tentaciones sino alejarnos de toda intención perversa, tal y como lo aconseja el apóstol Pablo a Timoteo (2 Timoteo 2:22) y también el proverbista nos afirma que parte de la sabiduría es apartarnos del mal (Proverbios 22:3).

Hagamos una decisión cada día. Vivamos con la determinación de alejar de nuestro corazón todo aquello que pudiera producir una vida pecaminosa.

El SEÑOR te fortalecerá para salir victorioso cada día, y aún si perdiéramos una batalla, el mismo SEÑOR nos ha proporcionado su perdón en Cristo Jesús (1 Juan 1:9).