El Camino Del AdoradorMuestra

4. Cuarto Paso: Contribuir al propósito de Dios (Ver.8)

Entonces oí la voz del Señor que decía: —¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: Aquí estoy. ¡Envíame a mí!

La finalidad de los pasos que da una persona en Cristo, en este camino es reconocer que tiene un hermoso propósito en la tierra: el servicio es una forma de poder expresarlo a Él.

Un adorador no se queda contemplando Su hermosura, Su grandeza, sino que dispone su vida para ponerse a órdenes del adorable.

Yo he escuchado y sigo escuchando a algunas personas decir que no saben cuál es su propósito en la vida, que no comprenden para que están aquí en la tierra.

Y lo primero que debemos saber, es que Dios en su infinito amor, nos dio el regalo de la vida, luego nos ha dado el regalo de conocerlo, de mirarnos para adentro y ver nuestra maldad y en ella la necesidad de redención.

Y allí, al limpiarnos con la sangre de Cristo, con esa bella obra que Jesús hizo por ti y por mí, nos da el privilegio de servirle, de que aún con nuestras imperfecciones y limitaciones lo podamos adorar. Primero en lo que somos: sus hijos, reconociendo su obra en nosotros, reconociendo sus enseñanzas en mi vida, reconociendo que Él me ha transformado, que si miro para atrás, ya no soy la misma, pero que si me miro hoy sé que Él necesita seguir trabajando en mí, como buen Padre que es.

Y en lo que por gracia nos permite hacer: servir. ¿Dónde? Por supuesto aquí en la Iglesia, en los diferentes ministerios que existen…y en los que se llegarán a abrir: como anfitriones, maestros, alabanza, etc.

Pero también en cada lugar donde estamos. NO somos solo hijos en la Iglesia, así que no somos solo siervos en ella. Nuestro llamado es a ser siervos en nuestros trabajos, en nuestras familias, en reflejar con nuestras acciones lo que creemos: una ayuda, una palabra, un abrazo, un decir aquí estoy, una mirada amable para el compañero nuevo en la oficina…

Nuestra vida debe ser un reflejo de adoración a Dios.

Cuando Jesús fue tentado, antes de iniciar todo su ministerio, Satanás quería que el propio Hijo de Dios lo adorara:

Leamos Mateo 4: 8-11: "Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían".

Nuestra vida de servicio es la mejor forma de adorar a Dios. Es nuestra forma de agradecer todo lo que Él ya hizo por mí, todo el pecado que ha visto y que Él mismo ha limpiado…todo pecado que por su misericordia me ha permitido ver y reconocer y entregárselo a Él, para que a través de su perdón, Él limpie mi culpa, limpie mi pecado y me permita hoy decir nuevamente: "Heme Aquí, envíame a mí…Señor como tú quieras yo quiero, donde tú quieras, yo voy, porque se trata de ti y no de mí".

Por, Sandra U y Equipo TopCristianos

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