Huellas en El Polvo: Reflexiones Para PeregrinosMuestra

Día 1: Peregrinos de la desesperanza
Imaginen por un momento un camino. No un sendero florido y lleno de promesas, sino uno polvoriento, marcado por la desilusión. Un camino donde cada paso se siente pesado, donde la esperanza parece un espejismo distante. ¿Alguna vez se han encontrado en un camino así? Un camino donde las noticias que recibimos nos dejan sin aliento, donde los eventos nos sobrepasan y el futuro se torna incierto.
Examinemos juntos el relato de los caminantes a Emaús:
Aquel mismo día, dos de ellos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén. 14 Iban conversando sobre todo lo que había acontecido. Sucedió que, mientras hablaban y discutían, Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos; pero no lo reconocieron, pues sus ojos estaban velados. —¿Qué vienen discutiendo por el camino? —preguntó. Se detuvieron, cabizbajos. Uno de ellos, llamado Cleofas, le dijo: —¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no se ha enterado de todo lo que ha pasado recientemente? —¿Qué es lo que ha pasado? —preguntó (Lucas 24: 13-19a)
Así que los dos caminantes seguían su ruta, el diálogo apagado, sin la vivacidad de quien comparte el último giro de su serie favorita. Sus miradas clavadas en la tierra, el peso de la incomprensión de la vida oprimiéndolos, la esperanza desvanecida como una carga en sus hombros. Con cada paso, dejaban atrás Jerusalén. ¡Jerusalén!, ciudad que acaba con sus profetas, ahora un encuentro de almas en esta Pascua tan intrincada, tan sombría, tan desprovista de sentido. Aquella Pascua que en sus orígenes celebraba la liberación de la esclavitud egipcia, ahora se había consumado en una muerte cruel e injusta. Sus ojos, cansados, velados por la tristeza, no habrían distinguido a Dios mismo caminando a su lado.
¡Y así fue! Jesús, el peregrino entre los peregrinos, aquel que hace treinta y tres años abandonó la gloria eterna para revestirse de humanidad y recorrer nuestros senderos. Ese mismo Jesús sale al encuentro de estos dos corazones apesadumbrados.
Se acerca con la discreción de quien no anhela ser descubierto al instante, agudiza el oído y escucha el lamento que los tiene cabizbajos: «No lo entiendo... por más que mi mente repasa los acontecimientos, la sinrazón persiste. ¿Por qué? ¿Por qué?»
Jesús interrumpe su duelo con una pregunta directa: «¿Qué conversación los absorbe?» No por ignorancia –su conocimiento es absoluto– sino para guiarlos de vuelta a la realidad palpable. Jesús, siempre se presentaba con interrogantes que cortaban la respiración: «¿Qué quieres que haga por ti?», «¿Qué buscas?», «¿Quién me ha tocado?», «¿Cuántos panes tienen?»
Porque en nuestra propia peregrinación, Dios siempre sale a nuestro encuentro, se une a nuestro andar, no en el edén idealizado, sino en el áspero camino donde realmente transitamos. Él nos busca, nos escucha, nos habla. Y como aquellos caminantes, a menudo su presencia nos alcanza. No es que nosotros lo hayamos buscado, es que él viene a nuestro encuentro.
Y cuando las circunstancias nos abruman, los muros de la duda se alzan infranqueables, las olas de la desesperación nos ciegan. «¿Dónde estás?», clamamos, osando interpelar a Dios como ellos, «¿Acaso eres el único forastero ajeno a la tragedia que nos embarga?» Suponemos que Dios ignora nuestro dolor punzante, nuestras dudas carcelarias, nuestros rincones más oscuros. Pero Él siempre ha estado a nuestro lado, caminando a nuestro paso vacilante, con una ternura compasiva hacia nuestra tristeza y desesperanza.
Reflexión personal:
¿En qué momentos de tu vida la desesperanza te ha hecho sentir como un peregrino perdido? ¿Has podido reconocer la presencia y la voz de Jesús a tu lado? ¿Qué te ha ayudado en esos momentos difíciles?
Acerca de este Plan

¿Te sientes desilusionado y sin esperanza? Acompaña a los caminantes de Emaús en este viaje devocional, donde descubrirás cómo el Jesús resucitado puede transformar tu perspectiva. Encuentra esperanza en las Escrituras y comparte esta buena noticia. ¡Únete a nosotros y aviva tu corazón!
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Nos gustaría agradecer a TRUE INFLUENCERS por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: conectarglobal.org