Pureza intelectual Muestra
Trágicas consecuencias
Salomón lo pone de esta manera: «No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos; porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; y la mujer caza la preciosa alma del varón». Qué trágicas consecuencias aparecen cuando un hombre se deja cautivar por las atracciones y estas se convierten en una fuerza destructiva en su vida.
Estando Eva en el huerto del Edén puso sus ojos sobre una criatura hermosa y comenzó a fantasear. Sansón vio a una mujer, comenzó a fantasear y se convirtió en esclavo. David no cuidó ni sus ojos ni su corazón, provocó vergüenza sobre sí mismo y avergonzó a Dios.
Hay una inmensidad de atracciones hermosas en este mundo, pero el pecado no está en la atracción sino, más bien, en lo que nosotros permitimos que suceda como resultado de esas atracciones. Las llamas de la fantasía comienzan a arder cuando no controlamos las atracciones de la vida, ni protegemos nuestro corazón. Jesús dijo en cuanto a las atracciones de la vida: «Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno». Jesús, a través de estas profundas palabras, nos instruye que hagamos todo lo posible para evitar ser atrapados por las atracciones de la vida.
Eva no le dio la espalda a la atracción cuando fue atraída por la sutileza de la serpiente, sino que consideró las mentiras que le dijo, conque Dios os ha dicho… seréis como Dios, y cayó víctima de su engaño. La pureza intelectual, solo puede tener lugar cuando sabemos cómo manejar las atracciones de la vida, en lugar de que ellas nos manejen a nosotros.
Los apetitos de la vida
Si seguimos considerando el relato sobre Eva, veremos que ella no solo consideró que el fruto prohibido era atractivo sino que también vio que «era bueno para comer…» ¿Tiene la comida algo de malo? ¡No! ¿Está mal tener apetito? ¡No! Si no tuviésemos apetito moriríamos. No obstante, también moriríamos al tener un apetito descontrolado. Esto es cierto en lo que respecta al físico, pero también lo es en lo mental y espiritual.
Eva no se equivocó cuando dijo que el fruto era bueno para comer, era verdad, pero el problema era que Dios le había dicho claramente que no tenía que comerlo. Ella quedó atrapada al considerar su propio apetito y la atracción que sentía, e ignorar el mandato de Dios.
Acerca de este Plan
Hoy se libra una batalla en el mundo, que consiste en un ataque continuo sobre la mente de hombres y mujeres; y afecta a personas de todas las edades. Lamentablemente, muchos son derrotados en esta guerra, debido principalmente a que permiten que las influencias que actúan en este mundo contaminen su manera de pensar.
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Nos gustaría agradecer a José Jordán en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.palabradevida.org.ar y www.elcentronetwork.com