Pureza intelectual Muestra
Jesús fue probado en el desierto
En Mateo 4, mientras Jesús era probado en el desierto, sintió hambre. Tuvo apetito, era lógico y no estaba mal que lo tuviera. Sin embargo, si hubiese respondido a la tentación de Satanás utilizando su poder para satisfacer su hambre, habría cometido pecado, porque su apetito habría sido satisfecho fuera de la voluntad de Dios.
El hecho de satisfacer un apetito no es pecado, ¡pero satisfacerlo fuera de la voluntad de Dios sí lo es! ¡O controlamos nuestros apetitos o ellos nos controlan a nosotros! David tenía en mente esta misma lucha cuando escribió estas palabras en el Salmo 119, «¿con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti». Si vamos a mantener, una posición firme frente a los apetitos de la vida, entonces tendremos que desarrollar un apetito mayor por las cosas de Dios. Debemos desarrollar un apetito por la santidad, por la Palabra de Dios y por conocer a Dios, que se saciará al alimentarnos en Él.
El mundo está minado de creyentes que no controlan sus apetitos y que, como resultado de ello, han arruinado su vida y su testimonio. Recuerda que un apetito en sí mismo no es malo, pero satisfacerlo fuera de la voluntad de Dios es pecado y es devastador para la vida. La clave para evitar esta trampa es desarrollar un apetito hacia Dios y su Palabra mayor que el impulso hacia el pecado.
D. L. Moody lo expresó así: «El pecado te alejará del Libro o el Libro te alejará del pecado». Al considerar los apetitos de la vida surge la pregunta en cuanto a cómo alimentamos nuestra mente. Si te alimentas de la suciedad de la pornografía o del entretenimiento relacionado con el sexo explícito, la consecuencia será comer del árbol prohibido, cayendo bajo el juicio de Dios.
Las actitudes de la vida
Eva vio el fruto y claro, le resultó atractivo. También observó que era bueno para comer pero, el factor crucial fue que creyó la mentira de Satanás en cuanto a que la haría sabia, «codiciable para alcanzar la sabiduría». Eva creyó que si tomaba lo que Dios le había prohibido, se volvería sabia; podría ser como Dios; podría hacer lo que deseara.
Esta misma actitud de «yo puedo manejar esto», afecta la vida de muchas personas en la actualidad. Hay muchos que entran en internet pensando que pueden mirar lo que sea, sin ser controlados y sin consecuencias. La actitud que tienen es: «soy sabio, puedo hacer lo que deseo, tengo derecho, me lo merezco».
La verdad del asunto, es que tu actitud determinará tu altitud. Si quieres volar alto para Dios entonces debes tener una total dependencia y obediencia a Dios y su Palabra.
Acerca de este Plan
Hoy se libra una batalla en el mundo, que consiste en un ataque continuo sobre la mente de hombres y mujeres; y afecta a personas de todas las edades. Lamentablemente, muchos son derrotados en esta guerra, debido principalmente a que permiten que las influencias que actúan en este mundo contaminen su manera de pensar.
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Nos gustaría agradecer a José Jordán en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.palabradevida.org.ar y www.elcentronetwork.com