Betsabé, ejemplo de madre virtuosaMuestra

La disciplina es necesaria con los hijos

Salomón dice, que su madre lo enseñaba. Vivía por los consejos que escuchaba de su mamá. Salomón no era del montón. Entendía que su madre lo veía diferente. Obedecía a su mamá. Sus padres entendieron lo que era la disciplina. Un modelo perfecto de cómo los padres deben disciplinar a los hijos; cuando encuentran su rol, la disciplina la ejerce el padre, y usted mamá deje que sea el padre el que lo haga. Padre, recuerde que no es exceder el abuso físico. No es herir y marcar por resto de la vida. La corrección se hace con amor. La mamá es la que instruye y da consejo, el padre es quien ejerce la disciplina. 

Un ejemplo, el hijo llega tarde, y le toca «pao pao», o si es adolescente le quitas las llaves del carro, o no le das permiso para salir con sus amigos. La mamá pudiera decir, hijo siéntate necesitamos hablar, y comienza a instruirlo. Mira, ayer llegaste tarde, hijo no te conviene llegar a esa horas, porque después de tal hora hay cosas que suceden en la calle por la noche y te vas a exponer a estos peligros, por eso es necesario que vengas a la hora que te decimos, porque es por tu bien, hay seguridad en eso. O cuando aún es niño le dices: hijo ayer te tocó el cinto, vi que tu papá te pegó, porque jalaste el pelo de tu hermana. Te quiero decir, que eres niño y tu hermana es niña, la niña no tiene la misma fuerza que tú, es necesario que aprendas a respetar a tu hermana. Ese es el trabajo de la mamá, reforzar lo que el papá hizo. 

Una mala manera de trabajar, es cuando el papá le pega y la mamá le jala el pelo, o el papá le pega y la mamá le lanza la chancla. El padre disciplina, la mamá refuerza e instruye lo que el padre quiso decir. La corrección da sabiduría. El resultado de tratar un hecho, es que va a ser más sabio. Jóvenes no se molesten cuando sus padres los disciplinen, la corrección tiene como destino final la sabiduría. 

El muchacho dejado por su cuenta, trae vergüenza a su madre. Cuando los padres dejan a sus hijos sin corrección trae vergüenza a sus padres. Tal vez ha faltado la corrección correcta. Hay que entender que nosotros corregimos en amor y no con odio. Lo hacemos en sabiduría.