Betsabé, ejemplo de madre virtuosaMuestra
Toma tiempo encontrar la mujer adecuada
No cometas un gran error en tu vida al decidir mal cuál será tu esposa. Betsabé enseñó a Salomón, que hay que buscar esa mujer sabia. No te va a caer del cielo. Mujer, comienza a preguntar a los líderes como puedes ser mejor esposa, mejor mujer; si no sabes cocinar, pregunta. La madre debe enseñar a su hijo a distinguir entre las cosas buenas y las malas. No regañarlo: ¡mira lo que encontré en el cuarto, qué es eso! A diferencia de decirle, hijo vamos a hablar, mira lo que encontré en tu cuarto. ¿Cómo lo va a recibir mejor su hijo? Si le reclamas, se va a bloquear, se van a gritar uno más fuerte que el otro y te quejarás diciendo que tu hijo te odia. Es mejor buscar la oportunidad de dialogar.
La mujer virtuosa, busca lana y lino, con gusto tejen sus manos. En ese tiempo no existía Macys, ni ninguna otra tienda de ropa. Existía la materia prima, pero no había producto terminado a la venta. La mamá era la fábrica, la mamá hacía la ropa, ella tenía que saber de moda. Tomaba las manos para elaborar la ropa. Hacía lo que el padre y los hijos se iban a poner. Sabía lo que era perfecto para cada clima, perfecto para cada ocasión. En el frío tejía el suéter, en ese tiempo era una bata. Iba y compraba lino y le hacía el mejor traje, un traje para un rey.
Si le dices a tu esposo: Oye guapo ven, con esta camisa te ves muy bien. El guapo se va a poner esa camisa. En lugar de regañarlo, influencia en la manera en que se visten. Mi esposa me ayuda a escoger mi ropa para que me vea bien, nos complementamos. Qué bonito que la mamá ayude a los hijos y al esposo a escoger la ropa adecuada, la que le queda mejor. Que se sienta halagado. Y esa persona que parecía foto, vistiendo siempre igual, ahora se siente bien porque se viste bien.
Se levanta aún de noche, prepara todo, para dar de comer a su familia. Imagínate los que se van al trabajo y la esposa todavía duerme. Ya me voy al trabajo y no hay desayuno, y la mujer: ay, come lo que encuentres por allí.
Da a sus empleados la ración correcta. Nosotros te estamos viendo madre, y tu esposo también te observa. Lo que pasa es que se olvida decirte gracias. Nos damos cuenta cuando pones los huevos, el tocino, un rico café y las tortillas para el desayuno. Nos damos cuenta cuando la mamá pone el burrito favorito en la lonchera.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este devocional de siete días, está escrito especialmente para reconocer lo mejor de la mujer, madre y esposa, que enfrenta situaciones reales de la cotidianidad; que tiene un pasado como Betsabé, pero que ahora, ama a Dios por sobre todas las cosas y entiende que puede ser una mujer virtuosa, una mujer sabia, a quien su esposo y sus hijos alaban.
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Nos gustaría agradecer a Por Víctor Cárdenas, basado en el libro «Tatuajes de por vida», en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: http://www.elcentronetwork.com