Dudoso: Explorando la fe como escépticoMuestra
Todos tenemos una relación de amor y odio con las reglas. Por un lado, las reglas proveen estructura y constancia. Por el otro lado, restringen nuestra libertad de hacer lo que queremos cuando queremos. El problema con las reglas religiosas es que suelen ir en contra de nuestra naturaleza humana. Esto las hace muy difíciles de seguir. Y asumimos que cuando no seguimos las reglas, Dios nos rechaza. ¿Pero es verdad?
Para responder a esta pregunta miremos dos escenarios donde se espera que sigas las reglas. Probablemente, cuando eras niño tus padres te educaron bajo ciertas reglas. Sin embargo, el día que naciste, tu mamá no te recitó estas reglas antes de acercarse a ti y abrazarte. En un modelo de familia, la relación viene antes que las reglas.
Ahora, recuerda lo que requiere para unirte a un club deportivo, un club social o incluso aceptar un nuevo trabajo. El primer paso es firmar un contrato, en el que aceptas vivir según las reglas del grupo. En el modelo de membresía, las reglas preceden a la relación—aceptarlas viene primero y romperlas suele llevar a ser expulsado del club.
¿Cuál de estos modelos refleja la manera en que Dios opera? La respuesta se encuentra en las reglas más famosas de toda la historia, los Diez Mandamientos.
Primero, un poco de contexto: los descendientes de Abraham (el hombre escogido por Dios) se convirtieron en la nación de Israel (el pueblo escogido por Dios). Para escaparse de la hambruna, migraron a Egipto donde trabajaron como esclavos durante cuatrocientos años. Eventualmente, Moisés los liberó de la esclavitud y fue durante su largo viaje de regreso a casa que acamparon al pie del Monte Sinaí, donde Moisés recibió las reglas de Dios.
El orden de estos eventos es importante. Responde a la pregunta de que si Dios opera según el modelo de familia o el modelo de membresía. Dios rescató a su pueblo de la esclavitud. Luego les dio sus reglas.
Para asegurarnos de no pasarlo por alto, aquí está la primera línea de los Diez Mandamientos, antes de hablar de las reglas: “Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo.” Desde el inicio, Dios adoptó el modelo de familia. La relación primero, las reglas después.
Fue así para la nación de Israel y es así para ti también. Es lo que leímos hoy en Juan 1:12: “a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.” ¿Captaste las últimas tres palabras? “Hijos de Dios.” No, “miembros de un club.” Hijos.
Escrituras
Acerca de este Plan
Si te sientes algo escéptico acerca de las historias del Antiguo Testamento, creyendo que suenan como fábulas para niños, o si no puedes con todas las reglas que se requiere para ser un religioso, hay buenas noticias: seguir a Jesucristo requiere fe, pero no fe en un libro, una lista de reglas, ni aún un sistema religioso en particular. Este plan presenta un punto de partida para la fe que posiblemente sea algo en que—o más específico, alguien en quien—puedas creer.
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Nos gustaría agradecer a North Point Ministries por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: http://startingpoint.com