El poder de las palabras y la músicaMuestra

La música como arma poderosa

Dios nos dio una herramienta poderosa: la música. A él le encanta y, cuando está feliz, canta sobre nosotros. Dice Isaías que el Señor nos creó para proclamar sus alabanzas y, si no lo hacemos, no cumpliremos nuestro propósito. El objetivo de la música es adorar a Dios, por eso creó los elementos necesarios para hacerla, los puso en Lucero de la mañana, el encargado de ella en el cielo como lo explica Isaías 14, pero él quiso ser como Dios y fue echado del cielo y su nombre cambió a Satanás. Él usa su talento musical para controlar, engañar, matar, destruir, deprimir, acabar matrimonios y esclavizar a la gente al vicio y la inmoralidad sexual. Debido a eso, muchos creen que a Dios no le gusta la música, ¡pero le fascina porque la inventó para la alabanza!; la Biblia la refiere en 839 ocasiones; habla más de ella que de otras cosas, así que distingamos la que le agrada al Señor y la que no. En el Salmo 100 vemos que existe un protocolo para ver a alguien importante y el que usamos para acercarnos a Dios es la música, lo ratifican muchas otras citas. Sofonías 3 dice que, cuando él está feliz, canta. Cuando se inauguró el templo de Salomón, la Escritura dice que cantaron y la gloria del Señor llenó ese lugar.

 Alabar es uno de los mandamientos que más desobedecemos. Se nos ordena cantar porque a Dios le gusta. Además, sabe de su resultado en nosotros. En el libro de Samuel dice que calmaba a Saúl, vemos su poder sobre el alma y cuerpo, y luego dice que lo tiene también sobre nuestro espíritu.