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Beneficios del conocimiento divino

DÍA 4 DE 7

El conocimiento de la genética

La Palabra dice que ahora tenemos participación. La palabra participante viene del vocablo griego, koinonos. Koinonía se deriva de comunión. Koinonos, quiere decir, socios y una unidad común. Participas en unidad común de todo lo que otorgó a su Hijo. Eres heredero con Dios y coheredero con Cristo.

El primer Adán fue partícipe del aliento, soplo, semejanza e imagen divina, él recibió toda bendición de Dios, pero cuando fracasa, el Padre lo destituye de su gloria. El postrer Adán, Cristo, nos recuperó para el propósito original, el cual fue dado en un pacto Eterno. ¿De qué no participó Adán?, de la naturaleza divina, ¿por qué no tuvo naturaleza divina?, porque la naturaleza va en la genética. Adán fue creado del soplo de Dios por el polvo de la tierra, nosotros somos hijos engendrados. 

Los que reciben a Cristo y creen en su nombre, tienen la potestad de ser hechos hijos de Dios. Potestad, no solo está relacionado con el poder. El derecho legítimo, es el poder sin restricción alguna. No hay cláusulas de prohibición, porque soy participante de la naturaleza divina. 

¿Por qué Adán no participó de la naturaleza divina? Porque la naturaleza, solo la podía adquirir comiendo de la semilla, del árbol de la vida, que es Cristo. ¿De qué naturaleza participó Adán? De la naturaleza pecaminosa. Adán podía acceder a dos naturalezas. Adán nació en naturaleza humana, sin pecado, pero al comer del árbol incorrecto, adquirió la naturaleza pecaminosa; por tal motivo Dios lo destituye de su gloria. Todos heredamos naturaleza pecaminosa. Al ser renacidos, somos participantes de la naturaleza divina, porque comemos la semilla incorruptible que es Cristo.

Toda semilla se reproduce según su género, por eso tenemos naturaleza divina, porque Dios nos imparte su semilla incorruptible que es Cristo; por medio de Él soy renacido, recupero la imagen, semejanza y vida divina. Tenemos los rasgos de nuestro Padre. 

Si el Padre por naturaleza es dador, sus hijos no pueden ser tacaños. Si el Padre es amor, sus hijos no pueden ser amargados, resentidos o rencorosos, sería contradictorio a la naturaleza. Dios está desarrollando en mí, sus rasgos genéticos, esa es la formación de Cristo. Cuando puedo conocer todas las medidas de gracia y dimensiones de vida que en Cristo me son dadas, crezco en conocimiento, y soy conformado a su imagen y expreso en mi vida lo que es su vida.  

Escrituras

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Acerca de este Plan

Beneficios del conocimiento divino

Existen muchos, que no son dirigidos por lo que conocen o saben, sino por lo que sienten. No debemos hacer lo que sentimos, sino lo que sabemos que es la verdad. ¿Cómo puedo disfrutar lo que tengo? Mediante el conocimiento de aquel que nos llamó a su gloria y excelencia. Todo me fue dado en Cristo, por eso, al ignorar el nuevo pacto, pedimos lo que ya tenemos.

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Queremos agradecer a Basilio Patiño de acuerdo con El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.redrema.org y http://www.elcentronetwork.com