Efectividad en la administración del reinoMuestra

Séptimo principio de dar

7. Dar conscientemente. Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis, no solo a hacerlo, sino también a ser solícitos desde el año pasado. Ahora pues, llevad también a cabo el hecho, para que como fue pronto el ánimo de la voluntad, así también sea en cumplirlo de lo que tenéis. 

Hicieron conforme aquello que tenían, ¿qué tenían? Profunda escasez. Pablo exalta precisamente el hecho que ellos insistieron desde el año anterior con el querer y hacer, insistiendo en el privilegio. Pablo dijo: tal vez esperamos tres meses para ver cómo mejora la economía y no sucedía. Ellos decían: Pablo queremos hacerlo. Él respondía: esperemos a que llegue la cosecha. Desde el año pasado, dice el texto; que los macedonios estaban queriendo hacerlo e insistían con grandes ruegos. A nosotros ya se nos olvidó la promesa de fe que hicimos a principio de año. 

Desde el año pasado Pablo los evitaba, pero ellos insistían y decían lo vamos a hacer. Dice el texto: ustedes lo han manifestado, no solo en hacerlo, sino también en quererlo desde el año pasado. Pablo después de tanta insistencia dijo: está bien, van a hacerlo, para que como fue pronto el ánimo de la voluntad, también sea en cumplir lo que tenéis. Este versículo deduce que el deseo de dar tiene que ir acompañado con la realización para hacerlo, porque partimos de una naturaleza divina, de un Dios que produce el querer, como el hacer. 

Este versículo nos muestra que no solamente debemos quedarnos con el deseo. Muchas veces se tiene el deseo, pero no la intención. Cuando evade el querer hacerlo por un deseo, a lo mejor el resultado es el reflejo de codicia o avaricia. Cuando a la inversa, solamente decides hacerlo, pero no lo haces, eso es hipocresía. Esto no está en la genética del Padre, que es el que produce el querer como el hacer. 

Si está el deseo, Dios abrirá la oportunidad de hacerlo. Dios determina el deseo y la decisión. Cada expresión de dádiva que damos, son acciones de gracia, dice Pablo. Esto es tan importante, valioso y espiritual, como cuando cantas. El hecho de que ofrendes y des con generosidad, es una forma donde hay acciones de gracia para Dios.