Efectividad en la administración del reinoMuestra

¿Qué aprendemos de lo que el apóstol nos plantó?

• No damos para que Dios nos dé, porque sabemos que ya Dios nos dio todo. Todas las cosas que pertenecen a la vida y piedad nos han sido dadas.
• Un dador agradecido, con gozo y generosidad lo hace de forma individual, objetiva, sistemática e intencional, no es para que Dios le dé. Debe ser un dador alegre, no alguien que hace trueques de fe con Dios. Doy con una mentalidad de agradecimiento.
• No damos para que Dios nos bendiga, sino porque Dios nos bendijo. No das con una mentalidad de temor e intimidación, sino de honra y reconocimiento, sabes que eres bendecido en Cristo Jesús.
• No damos para que Dios abra los cielos. Damos porque vivimos con cielos abiertos y disfrutamos la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta todos los días de nuestra vida. Si hay cielos abiertos, habrá un corazón abierto y una cartera abierta para dar con gratitud y generosidad.
• No damos por emoción ni manipulación, sino con intención y decisión de honra de ser específicos con un propósito y objetivo claro de que es un servicio a los santos y acción de gracias para Dios, porque es una expresión de la naturaleza que poseo. Los dadores en el reino son aquellos que recibieron las dádivas del Rey. 
• Un dador en la gracia sobrepasa lo que la ley exige. Muestra que de gracia recibió y de gracia da. Ese Dios de gracia, no nos dio el Espíritu por medidas, porcentajes o cantidades, lo da ilimitadamente. Ese Dios solo sabe dar, Él da porque ama. De tal manera amó Dios, que dio. Podrás dar sin amar, pero nunca amarás si no das. Si eres amado por Dios, y lo amas, dar debe ser natural, porque es el diseño. Mirando al Dios dador que en su naturaleza solo sabe dar, si ese Dios que nos amó y dio todo en su Hijo, entonces todo lo que creó debe reflejar su carácter.

¿Qué elementos de la creación no son consistentes con la naturaleza de Dios para dar? Ninguno, observe el sol, la luna y las estrellas, son seres inertes, pero en su función lo único que saben es dar. Mira la Tierra, sus recursos y cada elemento, ¿qué es lo único que sabe hacer? Dar.

El elemento consciente y sello de la creación que Dios puso es el hombre, pero desde el día que perdió el diseño y orden del Creador, fuera del huerto se volvió codicioso, egoísta, avaro y perdió la naturaleza de dar, pero la recuperamos en la naturaleza divina. Soy hijo y dar, debe ser natural en mí.

Pero el generoso pensará generosidades, y por generosidades será exaltado. Generosidad es una característica precisamente de los hijos. Lo que está en tu pensamiento gobierna tu corazón. 

¿Qué hace que sea exaltado, recompensado, reconocido, prosperado? Sus generosidades. Eres lo que piensas en tu corazón. Si escuchas vamos a ofrendar y piensas: «otra vez plata, ¿en qué la irán a gastar?» Reflejas tu corazón, porque un generoso piensa en generosidades. Cada vez que nos hablen de dádivas, vamos a pensar en ser generosos. ¿Cómo participo generosamente de esta acción de gracia a Dios? 

 Si desea ver el sermón completo sobre el cual se basó este devocional, lo invitamos a seguir este enlace  https://www.youtube.com/watch?v=1q1I7U741dc