[Serie ¡Qué dicha!] Compasivos y sin juzgar a nadieMuestra

Himno al amor

El capítulo 13 de la primera carta a los Corintios, es un verdadero himno al amor. Lee con atención, en resumen nos dice que aunque haga cosas maravillosas, sorprendentes, y no tengo amor, no sirve. No se trata solamente de hacer cosas, sino de hacerlas en amor. Si otra motivación está presente, dice la Palabra que soy como un platillo que hace ruido.

Si identifico muchas cosas de Dios, si memorizo, si entiendo, pero no tengo amor, no soy nada. Es necesario tener amor, que me lleva a hacer las cosas de manera diferente. ¿Qué motiva mi actuar en las cosas para Dios? ¿Lo hago por amor?

Si repartes todo lo que tienes, pero lo haces sin amor, no sirve de nada. La actitud que tienes al dar, la razón que te lleva a dar a los demás es lo que prima. Si lo que haces te enorgullece, de nada sirve. Porque el orgullo pone la atención en mi esfuerzo, no en Dios. Que cada cosa que hagas sea en amor, no por sobresalir.

Tener amor es más profundo, se trata de saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor no es solo decir: «te amo», es manifestar todas estas cosas. Y seremos parte de este hermoso himno al amor, cuando lo vean en nuestras vidas. Cuando cada día en familia soportemos, seamos bondadosos, sin envidia, sin presumir… es necesario que se vea en todos los ambientes donde estamos.

El amor real, que vive y dice, permanece. La familia es el mejor lugar para vivir el himno al amor. Si aprendemos a vivirlo allí, entonces será parte nuestra y podremos manifestarlo en el lugar de estudio, de trabajo, o con los vecinos. Este himno al amor es un himno vivo, y cada día debe crecer en nuestras vidas.

Para reflexionar

¿Tengo amor al hacer cosas por los demás? ¿Manifiesto amor en mi familia? ¿Realmente lo soporto todo sin enojarme?