[Serie El Señor te mantiene a salvo] Dios te escuchaMuestra
El Señor te mantiene seguro
¿Cuántas veces la lectura del Salmo 91 nos ha ayudado en un momento de dificultad? Hemos entendido que sus palabras nos dan seguridad y podemos ver en ellas la grandeza de nuestro buen Dios y Su amor por Sus hijos. La protección de Dios es real, y la podemos percibir de diferentes maneras. El salmista, lo manifestó como un castillo, donde está protegido y hay refugio.
Se comparan las alas del águila que protegen al aguilucho, con las alas de Dios que protegen a los Suyos. Una protección total, que cubre todas las áreas de la vida, que no deja nada pendiente. La protección de Dios es plena y no le falta nada. No deja pendientes. Su fidelidad se compara con un escudo. El escudo tiene la función de protección. Por esa razón se fabrican de material muy resistente, impenetrable. Las armas pueden ser diversas y llegar al borde de nuestra vida para atacarnos que pretender vencernos, pero nuestro escudo es mayor que esas armas. El escudo está junto al cuerpo del guerrero, protegiendo su cuerpo. Si estuviera a distancia, la protección no sería tan efectiva.
Nuestro Dios nos protege, es fiel, no nos abandona. Por eso podemos estar confiados en Él. Tenemos la seguridad que el escudo de la fidelidad de Dios es suficiente ante cualquier ataque, aún ante la muerte. Caerá a nuestro lado, pero tendremos victoria aún en la cárcel, o en el lecho de muerte. Piensa cualquier arma que pueda venir contra ti, cualquier crisis que puedas enfrentar, ninguna es mayor que Dios, expresado en Su amor y fidelidad.
De nuestra confianza en Dios depende la victoria que tengamos ante la situación. Si nos centramos tan solo en el problema, no veremos salida alguna. Pero si entendemos que nuestro Dios es más grande que cualquier problema, entonces, podremos salir victoriosos.
Dios es nuestro sitio seguro. Su amor nuestra fuerza y Su salvación eterna la expresión de Su gracia hacia Sus hijos. Debemos tener gratitud hacia nuestro buen Dios, quien nos da seguridad para enfrentar los momentos difíciles. Esos momentos permanecen por un tiempo, las dificultades no son eternas, aunque las veamos así. Pero allí se glorifica nuestro Dios, y en nuestra actitud glorificamos a Dios.
Oremos
Padre amado, eres mi refugio, me cubres con Tus alas. Me das seguridad en medio de la dificultad y de la crisis. Me enseñas a enfrentar en paz esas situaciones, porque Tu fidelidad me guarda y protege ante cualquier ataque. Tu poder me acompaña y Tu dulzura me recuerda cuánto amor hay en Ti, y me fortalece para seguir adelante. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan devocional es parte de la serie El Señor te mantiene a salvo, de American Bible Society. Veremos cómo Dios te escucha, mantiene a salvo, seguro, protege, salva, renueva tus fuerzas, ayuda y alienta. Las circunstancias son temporales, pero nuestro Dios permanece para siempre. Podemos depositar en Él toda nuestra seguridad, pues no falla, es fiel, veraz y Su amor permanece para siempre.
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Agradecemos a American Bible Society y a El Centro Network por proporcionar este plan. Si desea conocer más sobre estas organizaciones, siga estos enlaces https://www.americanbible.org/ y https://elcentronetwork.com |