[Serie Salmos] ¿Por qué necesitamos cantar?Muestra

Un regalo justo y encantador

Hay cuatro razones por las que es importante que cantemos al Señor. Como consideramos ayer, el número uno es: Cantar aumenta nuestra visión de Dios.

Segunda razón: Cantar suaviza nuestro corazón y reafirma nuestra determinación. Incluso en mi propia vida, cómo adoro antes de predicar, ablanda mi corazón y reafirma mi resolución. Ha habido momentos en que estaba a punto de compartir la Palabra y, mientras cantaba, pude decir: «Señor, este será un mensaje difícil o controversial. No estoy seguro de cómo desarrollarlo. Pero, Señor, quiero reafirmar mi resolución de que voy a enseñar tu Palabra, aunque sea un pasaje difícil. Señor, úsame. Tengo muchas cosas preparadas. Estoy listo para hacerlo. Pero Dios, si no hago esto con amor, entonces soy como un metal que resuena o un platillo que retiñe. Señor, permito tu amor en mi corazón y en mi vida».

Martín Lutero, líder de la Reforma protestante, cuando le pidieron que se retractara de su fe, dijo: «No puedo hacer otra cosa más que pararme en las cosas de Dios». Y murió por su fe con una firme determinación.

Martin Lutero también comentó sobre la música: «La música es un justo y hermoso regalo de Dios, que a menudo me ha despertado y me ha llevado a la alegría de predicar. Después de la teología, le doy a la música el lugar más alto y el más alto honor. Mi corazón burbujea y se desborda en respuesta a la música, que a menudo me ha refrescado y me ha liberado de terribles plagas».

Dios suaviza nuestros corazones y reafirma nuestra determinación. En el libro de los Hechos, Pablo y Silas cantan en la celda de la cárcel a la medianoche. Tal vez hayas atravesado tiempos increíblemente enloquecedores y difíciles en tu vida, y estoy seguro de que Dios te ha dado una canción que puedes entonar en la hora de mayor dolor. Dios nos lleva a través de los tiempos difíciles con una canción en nuestro corazón delante de Él, por lo que reafirma nuestra resolución.

Aunque no entiendo lo que estás haciendo, Dios, sigo en el camino contigo. Sé que estás conmigo. Quiero un corazón suave delante de ti. Amén.