[Serie Salmos] ¿Por qué necesitamos cantar?Muestra
Mi identidad en Jesucristo
Como pueblo de Dios, podemos reunirnos y cantar alabanzas a Dios y ser unificados por encima de cualquier guerra sobre la alabanza.
En el Antiguo Testamento, Abraham, Isaac y Jacob, abuelo, padre y nieto respectivamente, tuvieron el mismo trabajo, vistieron la misma ropa, vivieron en la misma parcela de tierra y cantaron las mismas canciones. No sucede igual en nuestros días. Seguramente no me gustan las mismas cosas que te gustan a ti. La posibilidad de que te guste la misma música que a tu nieto, es mínima. Como nieto, no tienes el mismo trabajo que tu abuelo mantuvo y realizó durante 40 años.
Estamos llamados a cantarle a él, no solamente cantar acerca de él. No vamos a la iglesia a tener karaoke cristiano, vamos a la iglesia a cantarle a él. Cantarle a él con todo lo que tenemos. Esto requiere que vayamos más allá de nuestra propia personalidad, hacia nuestra identidad en Cristo. Si eres un creyente en Jesucristo, él te ha dado una canción en tu corazón y una adoración que debemos devolverle. En eso consiste hacer lo correcto.
Dios nos ha cableado a todos nosotros de manera diferente. Algunos de nosotros crecimos cantando en cada momento. Algunos siempre tienen una canción en su corazón y la silban mientras trabajan en el jardín o mientras lavan los platos; siempre con la radio prendida. Otros, en cambio no necesitamos poner música todo el tiempo, puesto que no es realmente algo que nos atraiga.
Es necesario que nos movamos del pasado de nuestra personalidad, hacia el presente de nuestra identidad en Jesucristo, para firmarlo desde nuestro corazón que es nuestro espíritu.
No interesa si eres un buen cantante. Estoy hablando sobre adorar. No hablo sobre tus cuerdas vocales. Hablo sobre las cuerdas de tu corazón. Si eres un mal cantante, ¿a quién le interesa? Pero si eres un mal adorador, ese sí es un problema. Si eres malo para seguir una melodía y la armonía, ¿a quién le preocupa? Si tú no adoras, afectará tus relaciones, tu matrimonio y tu manera de vivir. Se trata de tu corazón ante el Señor cantando a Dios, no solamente cantando sobre Dios o a la gente.
Cántale a él. Más allá de tu personalidad y de tu verdadera identidad cristiana. No todos somos grandes cantantes, pero todos podemos ser grandes adoradores, y eso es lo que Dios nos llama a ser: verdaderos adoradores.
Escrituras
Acerca de este Plan
No interesa si eres un buen cantante, lo que importa es alabar. No se trata de tus cuerdas vocales, sino de las cuerdas de tu corazón. Si eres un mal adorador, ese sí es un problema, porque si no adoras a Dios, afecta tu forma de vida. La alabanza trata sobre el estado de tu corazón ante el Señor cuando cantas a Dios y no solo cantas acerca de Dios.
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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://houstonsfirst.org