Sabiduría para la vidaMuestra
Recalculando
Muchas son las decisiones que tomamos día a día. Muchos son los planes que hacemos. Muchos, los caminos que transitamos a lo largo de nuestra vida. Muchas cosas logramos, muchas cosas se nos truncan, avanzamos y, a veces, nos estancamos. Pero, si nos detuviéramos a pensar por un momento, a examinar nuestra actitud frente a las decisiones que debemos tomar, surge una pregunta: ¿cuánto involucramos a Dios en nuestras vidas?, ¿está al tanto de nuestros planes?, ¿tenemos la seguridad de que está de acuerdo con ellos? Cuando ya están encaminados, ¿se los presentamos para que Él indique los pasos a dar?
Dios nos ha dado la capacidad de ser criaturas pensantes, con poder de decisión, con sabiduría, con grandes cualidades; pero esto no indica que Él tenía pensado que hiciéramos todo solos y por nuestra propia cuenta. Está interesado en formar parte de nuestra vida, pero a nosotros pocos nos interesa, y hasta nos molesta que quiera marcarnos el camino. Esta actitud hace que elijamos nuestro propio camino, que según nuestro criterio veamos cuales son las mejores oportunidades y las elijamos. Y Dios va quedando de lado.
Ahora, cuando las cosas no comienzan a salir según lo planeado, y cuando los caminos de oro ya no brillan como al principio, es necesario buscar un responsable, alguien a quien volcarle nuestra frustración y, como siempre, culpamos a Dios de nuestros fracasos o desgracias.
Como lo expresa proverbios: elegimos, decidimos, probamos, todo por nuestra cuenta, y cuando no sale, nos enojamos con Dios, le atribuimos nuestra derrota. Pero Dios está interesado en que nos vaya bien; Quien más que nuestro Padre Amado quiere que sus hijos vivan en bendición plena. Y, para ello, Él ya determino un camino, ya planeo un forma, ya indicó lo que se debe hacer.
Hoy te quiero animar a que lo busques en su Palabra, a que busques su presencia y, una vez conozcamos sus planes, vivamos en ellos sin salirnos ni un milímetro de esas sendas. El camino que yo elijo, hoy, me puede solucionar algunas cosas al principio, pero después las consecuencias van a estar a la vista, y Dios no será el responsable. ¿Queremos un futuro próspero y lleno de bendición? ¡Escuchemos a Dios! Mengüemos y que Él crezca.
Acerca de este Plan
El libro de Proverbios está lleno de sabiduría para la vida. A través de este Plan, recorreremos el libro de los Proverbios en 15 días y, además, compartiremos algunos devocionales con consejos que nos ayudarán a vivir sabiamente.
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Evangélica Congregacional de Crespo por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/DamianWeigandtApaza/