Sabiduría para la vidaMuestra
Corazón a prueba
La Biblia nos dice que no hay cosa más engañosa que nuestro propio corazón. (Jeremías 17:9). Y Jesús mismo dice que la mayoría de nuestros malos actos brotan del mismo lugar (Mateo 15:19). Sin embargo, también el profeta Jeremías continúa diciendo que solo Dios lo conoce y sabe lo que pasa allí, en lo más profundo de nuestro ser. Para Él no son desconocidas las cosas que pasan por nuestro interior. Esos sentimientos que muchas veces burbujean cual lava hirviendo a punto de provocar una erupción que puede causar nuestro desastre o el de los que están a nuestro alrededor. Y no solo conoce los sentimientos, sino que conoce aquellas cosas que pudieron haber provocado cada uno de ellos.
Pero, volviendo al inicio, un corazón herido, que llora internamente y que muchas veces no siendo plenamente consciente de su estado está lastimado, va a exteriorizar, manifestar, dar a conocer lo que tiene o, mejor dicho, su estado. Por más intentos que podamos ser para dar una imagen diferente, loable y hasta piadosa, el corazón nos va a jugar una mala pasada y, de un momento para otro, va a revelar su condición.
Nuestro problema es que muchas veces desperdiciamos más tiempo en tratar de que no se note el estado de nuestro corazón, o sea de no revelar nuestro interior, en vez de trabajar en él, que debe ser el lugar donde debemos enfocarnos. Porque de la misma manera que un corazón contaminado revela su estado, un corazón limpio también lo hará, y va a dar un fruto diferente.
Una vez más, ¿por qué esperar o querer forzar un fruto de una semilla o raíz que es diferente? Enfoquémonos en ese punto. Enfoquémonos en modificar la raíz que va a afectar el fruto. Y, ahí, es donde Dios tiene que tener un rol activo. Y no digo que Él no lo tenga, sino que me refiero al hecho de que nosotros intencionalmente debemos buscar esto último y no llegar al punto que Él deba llamar nuestra atención drásticamente.
Y Dios nos va a poner a prueba, no con el deseo de humillarnos, de reprobarnos, sino tan solo para que podamos reconocer, darnos cuenta de nuestro estado. Y si la prueba revela algún elemento que está contaminando nuestra vida, ahí, Dios también nos dará la medicina que necesitamos para poder cambiar a tiempo, sanar lo herido, cubrir la grieta, para que nada de eso siga frenando o condicionando nuestro caminar.
Quiero animar a cada uno de nosotros para que podamos hacer propia la oración de David: “Señor, examina y reconoce mi corazón: pon a prueba cada uno de mis pensamientos. Así verás si voy por mal camino, y me guiarás por el camino eterno.” Salmos 139:23-24.
Un corazón humilde siempre será un terreno donde Dios sembrará una semilla que abundará en frutos de bendición para nuestra vida y para los que están a nuestro alrededor. Si el problema es el corazón, pongámoslo en manos del Señor, que el experto en hacer cosas nuevas.
Acerca de este Plan
El libro de Proverbios está lleno de sabiduría para la vida. A través de este Plan, recorreremos el libro de los Proverbios en 15 días y, además, compartiremos algunos devocionales con consejos que nos ayudarán a vivir sabiamente.
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Evangélica Congregacional de Crespo por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/DamianWeigandtApaza/