Cuidando nuestro corazónEjemplo

Necesitamos un médico

No hay nada mejor cuando estamos enfermos que recurrir a un especialista. Todos hemos afrontado situaciones de enfermedad en las cuales hemos tenido que ver a un médico general, pero si la enfermedad es grave lo mejor es ir al especialista del área.

Lo mismo sucede con nuestro corazón en el ámbito espiritual. La Palabra nos dice en libro de Salmos 139:23-24: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; 24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”. Qué hermoso es saber que el mejor especialista no nos cobra por su consulta. Él está dispuesto a escudriñar en lo más profundo de nuestro corazón y mostrarnos si hay maldad en él. Esto lo debemos aprovechar y pedirle al Señor que nos haga esa revisión espiritual y nos muestre si hay alguna enfermedad oculta que nos impide crecer en el amor de Cristo.

Sé que no es fácil hacer esta oración por el temor a lo que podemos encontrar, sin embargo, es lo mejor que podemos hacer si deseamos una vida de salud espiritual en la cual podamos ser instrumento de bendición para otras personas; solo depende de nosotros tomar el valor, presentarnos delante de Dios en oración y pedirle que nos examine. Si deseas hacerlo conmigo, te invito a que abramos el corazón delante de la presencia de Dios. Oremos:

Amado Padre, en el nombre de Jesucristo, nos presentamos delante de tu trono para adorar tu nombre que es sobre todo nombre y para pedirte que nos examines y pruebes nuestro corazón. Sabemos que no es fácil ver dentro de nosotros porque existe mucha maldad, pues tu Palabra dice que no hay justo, ni siquiera uno. Sabemos que estamos enfermos y, por eso, te pedimos que nos muestres en qué te estamos fallando para que podamos buscar esa cura que necesitamos. Independientemente de lo que estemos padeciendo, sabemos que tu eres el médico por excelencia, amén.