Cuidando nuestro corazónMuestra

Cuidémonos de la levadura

¡Cómo cuesta elegir amistades, ¿no es cierto?! Cuando éramos jóvenes, aunque yo todavía lo soy, nuestros padres siempre nos aconsejaban que nos cuidáramos de con quien andábamos, porque “las malas mañas se pegan”, palabras sabias de nuestros mayores.

Podemos encontrar en la Escritura un maravilloso consejo de parte de Cristo. Nos dice en Mateo 16:6: “Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos”. Esta frase es muy profunda y trataré de explicarla de manera puntual: la levadura hacer crecer la masa; en una disputa se puede leudar la misma y hacerla más grande o tratar de bajar los ánimos y encontrar la paz. Los fariseos atacaban constantemente a Cristo y trataban de desacreditarlo porque Él hacía cosas que iban contra su religiosidad; ellos conocían la Palabra, eran personas muy instruidas, sin embargo vivían para sí mismos y buscaban solo su propio beneficio sin importarles las demás personas.

Así como los fariseos, hoy existen personas que se llaman así mismos hijos de Dios, los cuales conocen la Palabra pero no la viven. Hay que cuidarse de ellos porque nos contaminan en el sentido que echan leña al fuego, son los que te dicen: "No vayas a la iglesia, allí son un montón de hipócritas y pecadores; no ofrendes que eso se lo roba el pastor, no hagas lo que dice la Biblia que eso ya pasó de moda", en fin, sus consejos no son acorde a lo que nos dice la Palabra. Debemos tener discernimiento y apartarnos de ellos. Oremos:

Amado Padre, en el nombre de Jesucristo te pedimos que nos ayudes a discernir los consejos de aquellos que nos rodean. Ayúdanos a analizar, conforme a tu Palabra, todo lo que nos dicen, para poder ser sabios y prudentes y no dejarnos llevar por contiendas y disensiones. Que, en todo tiempo, escuchemos tu voz y hagamos tu voluntad, amén.