Como nunca antesMuestra

Adoración III 

Los antropólogos dicen que el hombre es un adorador por naturaleza; ¿qué significa esto? Que si no adora a Dios, algún sustituto encontrará para adorar. 

¿Qué es lo que tú adoras? ¡Lo que más amas! 

Todos tenemos una lista de cosas que amamos, incluso hay cosas que amamos más que otras. Hay personas que descuidamos y hay otras que nos esmeramos en atenderlas. Si Dios está en primer lugar, él y lo que a él le agrada y lo que él quiere estará en primer lugar en nuestra vida. Siempre hay un orden de prioridades aunque no nos demos cuenta de ello; simplemente aquellas cosas que uno ama le dedica atención, tiempo y esfuerzo. 

Cuando comenzamos a desvalorizar algo, lo bajamos de categoría. Si no adoramos a Dios, hay algo que ocupa el primer lugar en nuestra vida en lugar de Dios. No nos engañemos: Si siempre estamos cansados a la hora de leer la Biblia, si estamos cansados para congregar, no digamos que le amamos o que El ocupa el primer lugar. 

¡Creo con todo mi corazón que esta iglesia se transformará en una iglesia de adoradores, hasta la última silla le dará la gloria a Dios! 

Si reconoces que hasta hoy has vivido para ti, para tus propios deleites y no para cumplir el propósito de Dios en tu vida, hoy es tiempo de cambiar, hoy es tiempo de regresar a Dios. 

“Señor, quiero agradarte con mis pensamientos, con mis palabras, con mis hechos ¡quiero que todos sepan que te amo! Se el primero en mi vida, quiero honrarte, deseo que transformes mi vida, mi corazón, quiero adorarte cada lugar donde voy. Transfórmame en un adorador. 

¡Quiero adorarte COMO NUNCA ANTES! Quiero que actúes en mi y que mi adoración atraiga tu presencia y enternezca tu corazón. Transfórmame Señor, hazme una nueva persona, conviérteme en un adorador, que te ame a ti más que a todas las cosas, que el mundo sepa que tu eres mi primer amor, el deseado de mi corazón, en el nombre de Jesús. Amén”.