El despertar de liderazgoMuestra

Esto no termina hasta el final

Si alguna vez has practicado algún tipo de deporte, sabes que no importa cómo comience el juego, la carrera o el partido; lo más importante y fundamental es cómo termine. Este es el mensaje que el apóstol Pablo comparte con nosotros en nuestra lectura de hoy:

“Ustedes saben que en una carrera todos corren, pero solamente uno recibe el premio. Pues bien, corran ustedes de tal modo que reciban el premio. Los que se preparan para competir en un deporte, evitan todo lo que pueda hacerles daño. Y esto lo hacen por alcanzar como premio una corona que en seguida se marchita; en cambio, nosotros luchamos por recibir un premio que no se marchita. Yo, por mi parte, no corro a ciegas ni peleo como si estuviera dando golpes al aire. Al contrario, castigo mi cuerpo y lo obligo a obedecerme, para no quedar yo mismo descalificado después de haber enseñado a otros”. (1 Corintios 9:24–27) DHH.

Es una descripción vívida y una advertencia clara. El corredor necesita correr duro y mantenerse alerta si quiere llegar a la línea de meta con éxito. Mi frase favorita de estos versículos dice: "... corran de tal modo que reciban el premio...". Si quieres ganar, hay pasos prácticos que debes considerar. Necesitas planificar con anticipación y ser disciplinado, debes entrenar duro. También deberás vigilar lo que estás comiendo; necesitas fuerza para poder entrenar tanto como sea posible. Tu dieta es esencial. Mi pregunta entonces es: ¿Qué estás comiendo? ¿De dónde sacas tu fuerza? Piensa en cómo te estás "alimentando" espiritualmente.

Recuerda que la recompensa que obtendrás nunca se marchitará. Entonces, da todo lo que tienes. Esto significa: "¡No vivir desaliñadamente!". Mantente alerta y en óptimas condiciones. Solo piensa en cuánto esfuerzo, planificación, disciplina y trabajo necesitarías si tuvieras que entrenar para ganar una maratón. ¿Has notado que no dije "correr" una maratón sino "ganar" una maratón? Corre para ganar.

Algunos de ustedes, al leer este devocional, pueden estarse preguntando si es demasiado tarde para terminar bien. Tal vez has pecado, quizá tu mente está llena de dudas y miedo porque has corrido y entrenado antes. Ya sabes cuánto te costará y tienes ganas de rendirte.

Por favor, permíteme animarte con las palabras del gran filósofo y miembro del Salón de la Fama del béisbol, Yogi Berra: "Esto no termina hasta el final". ¿No son buenas noticias? Mientras haya aliento en tus pulmones, el juego no ha terminado. Todavía hay esperanza de un cambio. La medalla de oro aún puede ser tuya.

Provocador de pensamientos:

Nuestro verdadero legado no proviene de los sermones que predicamos o de cuántas personas nos siguen en Twitter u otras redes sociales. No es el tamaño de nuestro negocio, iglesia o ministerio. Las vidas que vivimos antes de entrar en los portales de la eternidad determinarán la influencia que tenemos y la influencia que dejaremos para la próxima generación.