Venciendo los deseos sexualesEjemplo

 CAPÍTULO II

¡EL AMOR!

En ocasiones, muchos se muestran débiles ante esta lucha sexual, sienten que no pueden parar y es allí donde satanás quiere hacerte sentir mal al decirte: “Eres un pecador”, “Dios no te perdonará”, “eres un indigno, impuro”. Satanás es el maestro de las mentiras. Recuerda que Dios siempre estará a tu lado, por tanto debemos ir al Él con corazón sincero y arrepentido. Entonces, sentirás su amor y perdón. Recuerda, también, que tenemos un abogado por excelencia, y es Jesús, Él siempre irá al Padre  en tu representación, y Dios nunca te va a condenar si te arrepientes de corazón.

El amor, misericordia y paciencia que Dios tiene por nosotros son infinitas. Si te has sentido mal, debes levantarte y luchar; no permitas que esta área te haga esclavo; resiste, sé fuerte y huye. Cuando se presente la tentación, seamos como José: cuando la esposa de Potifar lo sedujo, él huyó y, asimismo, debemos hacer nosotros, debemos huir de los deseos sexuales.

ORACIÓN: Padre, en esta hora yo me presento delante de ti arrepentido y con corazón sincero. Te pido que limpies mi corazón y lo llenes de tu amor para no volver al pecado de antes. Llena mi ser de ti. Sé que tu no me condenas y tampoco me rechazas. Gracias, Señor, en el nombre de Jesús. Amén.