Venciendo los deseos sexualesEjemplo

CAPÍTULO VII

¡NO TE QUEDES EN EL LUGAR DEL PECADO!

Hay dos cosas muy importantes como cristianos: somos HIJOS y somos VALIOSOS. Satanás no tiene ninguna de las anteriores características y, como él es padre de mentira, quiere venir a dañarnos con sus mentiras. Como jovencita de Dios, he experimentado luchas en esta área de la que trata el devocional (tal vez son diferentes a la tuya); pero yo soy responsable de quedarme en ellas o continuar e ignorar la bolita que lanza el enemigo.

Una vez, estando con mi novio en casa de su mamá, empezamos a besarnos de manera muy apasionada (estaba a solas con él); dentro de nosotros comenzó a arder algo y no podíamos pararlo. Gracias a Dios, Él Señor nos separó y nos hizo reaccionar de lo que podía continuar si esa situación no se detenía. Como mujer, me sentí impura, y sentía que era la mujer más jezabélica del universo, ligada con Dalila y Atalia ( y solo fueron besos apasionados), me sentía sin valor para Dios y manchada. Cuando llegué a mi casa entré en adoración al Padre (cosa que no fue fácil), me desligué y reprendí todo espíritu de Jezabel de mi vida, oré por liberación y le pedí perdón a Dios. Juntos buscamos ayuda de nuestros mentores y expusimos lo que nos había sucedido. Él Señor nos perdonó, yo me perdoné y mi novio y yo nos perdonamos. Me levanté del lugar donde me quería ensuciar satanás y continué; no me quedé con el pensamiento de lo que había hecho, pues Dios me había perdonado y limpiado. Dios me dijo que jamás perderé en Él el valor que me dio delante de sus ojos.

Si mi novio y yo decidimos guardarnos para Cristo y para el matrimonio, tú también puedes hacerlo. No te digo que ses fácil, pero, como hijos de Dios, es lo más seguro que podemos hacer. Debes tener en cuenta, también, que quien te ama no te hará daño y no te va a separar del propósito de Dios. No dejes que un pequeño resbalón te haga caer en algo profundo de donde te cueste salir más adelante. Sin embargo, cuídate de no resbalar, cuida que el camino no esté peligroso.

Algo importante en nosotros fue el hecho de haber pedido ayuda a nuestros mentores, ya que exponer el pecado, o lo que sea que puedas atravesar, dejará expuesto a satanás, lo dejará desnudo, será un golpe bajo para él y no podrá hacer nada más. En el momento en que encubrimos el pecado, este se repite y se repite, continúa dañándote, atormentándote y puede llevarte a la depresión o muerte emocional, espiritual y física. Recuerda que nadie puede juzgarte y que la única persona que lo puede hacer ya pagó por ese pecado en la Cruz del calvario. ¡Eres limpio, porque Jesús te limpia; eres puro porque Jesús te lava! Eres Santo, porque Jesús te santifica.

En este momento, declaro sobre tu vida un espíritu de fortaleza y fuerza para rechazar todo pecado que Satanás te ponga en el camino. Declaro que el Señor te dará discernimiento para conocer las asechanzas del enemigo. Declaro que Él es lumbrera en tu camino, que lo limpia para que no resbales. Declaro que sus caminos serán tus caminos.

Declara conmigo: echo de mi vida y rechazo todo espíritu de Jezabel, Dalila y Atalia, todo espíritu de inmoralidad sexual, en el nombre de Jesús.

Declárate puro y santo delante de Dios, declara el valor que Dios ha puesto sobre tu vida, declara que eres limpio por su sangre.

Bendigo tu vida y declaro libertad para ti. Declaro que eres libre de todo pecado de lascivia, de lujuria, de sexo ilícito. Declaro tu mente limpia de toda contaminación del enemigo. Declaro pensamientos de paz sobre tu vida. Declaro que los pensamientos de Jesús son tus pensamientos a partir de ahora. Declaro que sales del lodo donde te quiere tener el enemigo. Te declaro limpio de toda inmundicia. Declaro que Su sangre te limpia en espíritu, alma y cuerpo. Declaro que el Señor te hace nuevo y te guardarás en Dios para tu futuro matrimonio, en el nombre poderoso de Jesús de Nazaret, amén.

Recuerda: huye y no te quedes en el lugar del pecado. Busca ayuda y habla sobre lo que te atormenta. Renueva tu mente y continúa caminando hacía adelante. No te detengas ni mires hacia atrás. Mira siempre hacia delante. Mi nombre es Karen Parra @parrakarend, y hoy puedo decir que Él Señor me ha mantenido pura y santa delante de Él y para su gloria y que, asimismo, con mi novio, nos guardamos para un futuro matrimonio en santidad.